Bakugou

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¡Hola mi gente!

Aquí les traigo un breve capítulo especial por el día del padre.

Esperó que lo disfruten y todos se encuentren bien :')

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Masaru suspiro con cansancio, sintiendo la calidez de su hogar rodearlo nuevamente, luego de una agotadora jornada laboral.

El suave aroma a comida inundó sus fosas nasales, la voz de su esposa discutiendo con la televisión lo hizo sonreír y los rápidos pasos que venían en su dirección fueron suficiente para ser feliz.

Se agachó y espero pacientemente, viendo la rebelde cabellera rubia correr hacía sus brazos. Su pequeño niño de seis años lo abrazaba con fuerza, enterrado su joven rostro contra su cuello, solo para olfatearlo mejor.

- ¿Por qué tardaste tanto en llegar? La bruja me obligó a bañarme sin ti- Recriminó el menor entre pucheros.

-Perdón Kats, tuve que quedarme haciendo papeleo- Explico, aun si el niño no entendía lo que significaba aquello.

-Pero eso ya da igual, ¡Porque mañana iremos al cine! Deku ya fue a ver la nueva película de All might y dice que es genial- Los ojitos de su hijo brillaban con emoción.

Masaru se levantó, riendo ante los exagerados movimientos que realizaba su primogénito con los brazos, viendo enternecidos los mismos gestos con la nariz que hacía su esposa.

Estuvo a punto de entrar a la cocina, para besar los dulces labios de su Mitsuki, cuándo recordó algo importante. Miró los brillantes ojos de su hijo, la enorme sonrisa y la expresión de alegría que estaba en su joven rostro.

Y se sintió como la mismísima mierda.

-Katsuki- Llamó suavemente- Lo lamento, pero mañana tengo que ir a trabajar... pero te prometo que la próxima semana si iremos- Se apresuró en aclarar.

Pero eso no evitó que los rubíes del infante perdieran aquél hermoso brillo, siendo reemplazados por la decepción. Su sonrisa se esfumó y solo quedo una mueca en su rostro, mostrando la falta de algunos dientes.

-El viernes anterior igual lo cancelaste... pero está bien, pospongámoslo para la próxima semana... y entonces volverás a hacer lo mismo. Mamá y yo cancelamos una cita con la tía Inko por esperarte a ti y a tu trabajo, pero si eso es lo que más te importa- Sus palabras estaban cargadas de una fría indiferencia.

Parecía como si su pequeño se hubiera resignado a escuchar siempre esa excusa.

Masaru dejó al infante en el suelo y observó cómo se fue arrastrando los pies hacía la sala de estar, sin la alegría que lo embargaba hace solo unos segundos.

El castaño entró a la cocina, abrazando de inmediato a su esposa, quien cocinaba como si nada, fingiendo que no escuchó la conversación.

-Bienvenido a casa, querido- Saludó la rubia mayor.

- ¿Crees que soy un mal padre? -Cuestiono el hombre con desesperación.

Mitsuki suspiró suavemente y se dio la vuelta, mirando a su hombre con ternura, apartando los cabellos de su frente.

-No eres un mal padre, solo perdiste el enfoqué cariño. Se que hace algunos meses necesitabas tomar esas horas extra porque yo estaba sin empleo, pero ahora estamos bien- Aclaró la mujer- Tal vez deberías comenzar a pensar en el tiempo que has pasado con Katsuki últimamente y logres comprenderlo.

Bakugou Pasivo •One Shots•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora