Bakugou Pasivo •One Shots•

AiBaku

Ignorando algunos detalles, está parte se podría considerar una precuela del primer Shot AiBaku. Disfrutenlo :')

-Bakugou, te quiero ver después de clases en mi oficina- Dictó el profesor más exigente de la academia.

El rubio solo asintió, sabía que no serviría de nada preguntar porqué.

Pero aún así le pareció demasiado raro, ya que últimamente había dejado de pelear tanto con el nerd y no se había involucrado en ninguna pelea.

Las clases se pasaron con lentitud, con sus estúpidos amigos siendo igual de ridículos de siempre, Deku igual de irritante y Mineta igual de pervertido.

Katsuki tenía que contener las ganas de golpear a todos esos imbéciles. Y se repetía constantemente que solo debía aguantarlos por dos años más, luego de eso podía irse al carajo.

El día finalizó sin ninguna novedad y cuando Katsuki estaba a punto de abandonar la academia, recordó que tenía que reunirse con su profesor.

Así que con un gruñido de frustración, volvió a entrar al moderno edificio, rumbo a la oficina de su maestro.

Entró sin tocar e ignoró la mirada de reproche del mayor, sentándose en una de las sillas que había frente al escritorio.

-¿Qué sucede? - Cuestionó de forma despreocupada, pero sin ser irrespetuoso.

De todos los profesores, Aizawa era uno de los pocos a los que admiraba.

-Te llamé porque en el último trabajo de mi asignatura tuviste un nota muy baja y eso afectara todo tu promedio final- Dijo con indiferencia el pelinegro.

-¿Qué yo qué? -Preguntó confundido el chico- Eso es imposible- Rebatió con total seguridad.

Sus trabajos e informes siempre eran perfectos, por lo que se negaba a creer en eso.

-El trabajo que me entregó Kirishima estaba incompleto- Reiteró el profesor y de un cajón sacó las dos hojas del trabajo.

Bakugou las miró con incredulidad, el sabía perfectamente que ahí tenían que haber seis, no dos.

-Voy a matar a ese bastardo- Gruño por lo bajo- Uh... esto es un error Sensei- Dijo de forma avergonzada- Pero mañana puedo traerle todo el trabajo de nuevo- Agregó rápidamente.

-Lo siento Katsuki, pero todos tus compañeros tuvieron el mismo tiempo, sería totalmente injusto para ellos que hiciera una excepción contigo- Declaró el mayor.

Katsuki tomó con furia sus cosas y caminó hacía la salida, sabiéndo que si se quedaba por más tiempo podía meter la pata.

Cuándo de pronto, las historias de Mina con el profesor suplente llegaron a su mente.

Soltó el pomo de la puerta y retrocedió, dejó su mochila sobre la silla, y caminó directamente hacía su profesor.

Esto podía acabar bien o terriblemente mal.

-¿Y no hay alguna forma... de qué pueda convencerlo? -Susurró provocativamente.

Se sentó en el regazo del mayor y lo miró con intensidad, apegándose lo más posible a él.

-Estoy dispuesto a hacer todo lo que sea necesario- Murmuró sobre los agrietados labios. Sus caderas comenzaron a moverse en forma de círculos -Cualquier cosa.

-Soy tu maestro, Katsuki- Gruño el pelinegro, pero contrario a sus palabras, las manos del mayor se aferraron a la estrecha cintura.

-Sensei- Llamó al profesor.