Bakugou Pasivo •One Shots•

IidaBaku ♡

Especial de San Valentín (2/5)

Se sacó la ropa lentamente, tratando de no rozar ninguna de sus heridas.

Dejó que el agua se acumulara en la tina mientras se sacaba las vendas que cubrían su brazo izquierdo y parte de su pecho.

En estos momentos agradecía que Tenya hubiera ido a ver a su hermano.

El agua tibia lo recibió gustosamente, suspiró de placer y finamente pudo relajarse.

Su día habia sido una mierda, las calles abarrotadas de gente, las malditas fans persiguiendole por todas partes. Le tocó compartir el turno con Kaminari y el imbécil no dejo de hacer estupideces en todo el día.

Y por si no fuera poco, cuándo el Pikachu fue a comprar algo para comer, le tocó encargarse de el villano de turno conpletamente solo.

Y la cantidad de personas que habían alrededor no le facilitó el trabajo, es más, si no hubiera sido por toda la gente ni siquiera se hubiera lastimado.

El sonido de su celular vibrando lo distrajo de sus recuerdos.

Se estiró lo más que pudo y gracias a dios que lo alcanzó. Era un mensaje.

"Tenya"

No prepares nada para comer, estoy llevando la cena. Llego en veinte minutos :')

Esta bien, regresa con cuidado.

Un peso menos para él, realmente no creía poder cocinar por un par de días por el estado de su brazo. El doctor había sido muy estricto en eso.

Cuando su piel parecía una pasa, decidió que era tiempo de salirse. Fue un poco difícil, pero luego de varios intentos lo consiguió.

Con un gran bostezo caminó desnudo hacia la habitación principal, secando sus cabellos en el proceso.

Se colocó una sudadera de su pareja y unos shorts de pijama.

Dejo la toalla en la lavandería y se fue hasta la sala, recostadose en el enorme sofá a esperar a su pelinegro.

Cuándo sus ojos comenzaban a cerrarse solos, sintió las llaves chocando contra la puerta.

Se levantó con esfuerzo y fue hasta la entrada.

Tenya estaba sacándose las zapatillas y habían dos bolsas a su alrededor que liberaban un aroma delicioso.

-Bienvenido a casa- Dijo con una pequeña sonrisa- ¿Cómo estaba Tensei?

-Mucho mejor, las terapias le han hecho de maravilla- El pelinegro se levantó, luego de colocarse sus pantuflas- Te traje comida picante.

Iida río por lo bajo al ver como los ojos de su rubio se iluminaban ante la mención de la comida.

-Genial, ire a colocar las cosas en la mesa- Antes de que Katsuki se fuera, fue apresado por la cintura.

-¿No me daras mi beso de bienvenida? -Cuestionó con diversión el megane.

-Bebe mimado- Se burló el rubio, pero de todas formas se puso de puntas.

Lentamente sus labios se juntaron en un cariñoso beso, las mejillas sonrojadas y los corazones latiendo con fuerza.

-Te amo- Susurró el pelinegro con dulzura.

El rostro de Katsuki se enrojecio por completo, se liberó del agarre y escapó hacía la cocina. Cinco años de relación y aún no lograba acostumbrarse a esas palabras.

Tenya se apoyó en el marco de la puerta, observando con diversión como el sonrojo aún no abandonaba el avergonzado rostro de su novio.

Solo le tomo dos minutos notar que algo estaba mal con Katsuki.

Se acercó al rubio y lo tomó suavemente por el brazo, deteniendo sus acciones.

-¿Sucedió algo en el trabajo? -Cuestionó con preocupación.

-Umm... -Bakugou dudó por un momento, pero al final terminó contándole lo sucedido- Así que no puedo mover el brazo por algunos días, pero no es nada grave, estoy bien- Aseguró.

-¿Por qué no me dijiste? -Preguntó el chico.

-No quería arruinar tu día- Murmuró avergonzado, notando su error.

Iida iba a regañarlo, pero al final solo suspiró y acarició los rubios cabellos con amor.

-Ve a sentarte, servire la comida- Dejó un pequeño beso en la frente de su pareja y lo empujó hacia la sala.

Katsuki se sentó en el sofá, acurrucandose contra los suaves cojines y mirando como Tenya servía la comida.

-Mi madre estaba enfadada porque no fuiste conmigo, dice que ya no la quieres- Comentó con gracia el pelinegro.

-Siempre que voy aprieta mis mejillas y me satura con comida- Se quejó el rubio, aunque secretamente amaba eso.

Iida se acercó hasta su pareja y le entregó su plato, para luego sentarse a su lado.

Prendieron la televisión y encontraron una película de comedia. Se acurrucaron bien juntitos y comieron con tranquilidad.

Katsuki nuevamente se estaba quedando dormido, el fuerte brazo de Tenya rodeando sus hombros y la calidez de su cuerpo abrigandolo por completo.

-Feliz San Valentín, Katsuki- Escuchó el suave susurro y sonrió por el beso en sus cabellos.

Media hora despues Tenya cargó al dormido muchacho entre sus brazos, lo depósito con cuidado en la cama y lo arropó.

Abrió su mesita de noche y guardó cautelosamente la cajita que había estado en su bolsillo durante todo el día.

Hoy planeaba proponerse a su hermoso novio, pero no había sido el momento adecuado. Esperaría a que Bakugou se recuperara, lo llevaría a acampar y bajo las estrellas se lo pediría.

Con sus esperanzas renovadas, regresó hacía la cocina y guardó lo que quedo de la comida en el refrigerador. Pero una cajita de color azul llamó su atención.

La sacó lentamente y sonrió al ver la nota pegada sobre el empaque.

"Sé que no soy la persona más romántica del mundo, pero espero que puedas saborear mis sentimientos. Te amo, Tenya"

Abrió la tapa y observó unos delicados chocolates con forma de osito. Se río por lo bajo y llevó uno de los dulces a su boca.

Simplemente deliciosos, se notaba que estaban hechos a mano.

Definitivamente tenía que proponerle matrimonio pronto, no pensaba dejar que nadie más apreciara los pequeños detalles que el rubio podía hacer.