Bakugou Pasivo •One Shots•

KiriBaku

La alarma resonó por toda la habitación, despertando a un rubio ceniza, quién saco su brazo de las cálidas mantas y de un golpe calló el incesante ruido.

Sintió como el brazo en su cintura lo apegaba aún más al otro cuerpo y sonrió por lo bajo al notar la suave respiración en su nuca.

-Buenos días Kats- Murmuró la ronca y adormilada voz.

Katsuki no respondió, negándose a aceptar que tendría que levantarse temprano en su día libre. Pero ni loco dejaba a Eijiro solo en la cocina, no estaba dispuesto a limpiar su desastre de nuevo.

Se volteó lentamente, acurrucandose contra el amplío y cálido pecho, entrelazo sus piernas con las del contrario, sin querer dejarlo ir.

-Quédate conmigo- Pidió egoístamente, haciéndole ojitos a su pareja, sabiendo que no podía negarse a eso.

Kirishima suspiró por lo bajo, pero luego sonrió, para terminar besando la frente de su caprichoso rubio.

Buscó a tientas su móvil en la mesita de noche, justo para percatarse que tenía una llamada entrante de Tamaki.

-Buenas- Katsuki observaba el rostro de su novio, queriendo saber con quién hablaba- Sí, si perfecto- Frunció el ceño al ver como la expresión de su Kiri se iluminaba- Me salvaste, te lo agradezco mucho...Si, sí, nos vemos mañana- Y colgó.

Bakugou se hizo el tonto, cómo si no hubiera estado pendiente a la llamada.

-Me quedaré contigo- Dijo un sonriente Eijiro, sabiendo que su lindo novio estaba esperando una explicación- Cambié mi próximo día libre con Tamaki Sempai- Comentó, mientras volvía a abrazar al otro chico.

Todo los celos que Bakugou sentía se fueron con esas palabras, conocían a Tamaki y su esposo Mirio desde hace años, así que no tenía problemas con él.

-Eres tan celoso, mi pequeño gatito gruñon- Habló cariñosamente el pelirrojo, depositando leves besos en las mejillas del rubio.

El chico explosivo estaba a punto de gritarle un montón de insultos al pelo pincho, pero unos suaves labios lo silenciaron.

Pronto el rubio estaba montado sobre el teñido, besándose con dulzura. Manos entrelazadas, ojos cerrados y cuerpos muy juntos.

-Te amo- Susurró suavemente Eijiro.

-Tch... Y yo a ti idiota- Respondió Katsuki, con un bonito sonrojo en sus mejillas.

Kiri se río y atrajo el cuerpo de su novio más cerca, logrando que estuviera totalmente recostado sobre su pecho.

-Volvamos a dormir Blasty, luego podemos cocinar el desayuno juntos- Dijo el chico, acariciando suavemente los sedosos cabellos rubios.

-No te atrevas a tocar mi cocina- Respondió enfurruñado el ojirubi, acurrucandose aún más contra el cuerpo de su novio y cerrando sus ojos.

Ambos cayeron nuevamente a los brazos de Morfeo, pero sus manos nunca se separaron y sus corazones no dejaron de latir al mismo ritmo.