IidaBaku

21K 1.2K 253
                                    

Iida casi se muere de la preocupación cuándo vio el cuerpo de su novio desvanecerse en medio del entrenamiento.

Por suerte había logrado sujetarlo a tiempo y corrió hasta la enfermería.

No pudo estar en paz hasta saber lo que Bakugou tenía.

-Esta ligeramente desnutrido- Fue el veredicto de Chiyo- De seguro tiene que estarse saltando algunas comidas, ha perdido siete kilos desde la última vez que estuvo aquí- Comentó de forma preocupada la mujer.

Iida hizo memoria y sí, estaba seguro de haber visto a Katsuki saltarse la hora de comer por seguir entrenando o el mismo, al ver al chico dormir tan tranquilamente prefería no despertarlo para cenar.

-Bakugou es muy testarudo y no me hara caso, lo dejó en tus manos joven Iida- Dijo con seriedad la anciana.

-Yo lo cuidaré, se lo prometo- La mujer se retiró luego de eso.

Se quedó junto a su novio por las siguientes dos horas, simplemente observándolo dormir.

-¿Dónde...? -Fue solo un susurro, sentía su garganta rasposa y su cabeza dolía a horrores.

-Te desmayaste a mitad de la clase, Katsuki- La seria voz hizo que se relajara de inmediato- ¿Tienes idea del susto que me diste? -Reprochó el pelinegro.

-Ugh... lo lamento- Bakugou sabía lo sensible que Iida se había vuelto a estos temas luego de lo de su hermano.

-Presentas un ligero caso de desnutrición, de hoy en adelante tienes que comer a los horarios adecuados, no te saltaras más las comidas- Ordenó el presidente de la clase.

El rubio frunció el ceño, odiaba que le dieran órdenes, Tenya era la única persona que podía hablarle de esa forma. Pero eso no quitaba el hecho de que no le gustaba cuando actuaba como su madre.

Chisto la lengua con enfado y asintió lentamente, sabiendo que con eso Iida se daría por satisfecho y procedería a mimarlo un poco.

Katsuki estaba harto, no podía seguir soportanto lo irritante que era el megane con lo de la comida.

Nunca fue bueno para comer, su madre siempre lo castigaba por eso. Es más, no era la primera vez que se desmayaba y cuando era niño sufrió de una desnutrición grave.

En ese entonces lo trataron con vitaminas y suplementos, se mantuvo así por varios años, hasta que finalmente pudo crear un horario.

Desayuno, almuerzo y cena, solo eso. Su estómago no podía soportar más comida o al cabo de unos pocos minutos acabaría vomitando.

Había tratado de hacer que Iida lo entendiera, pero el chico era testarudo y pensó que solo era una excusa.

¿El resultado? En cada receso Tenya lo obligaba a comer algo, ya sea una barra de cereal o una fruta.

Y Katsuki ya no podía soportarlo por más tiempo, todo el día estaba con náuseas, su rendimiento en los entrenamientos había bajado y ya no tenía energía ni para gritarle a esos estúpidos extras.

-Tienes que comerte todo- Escuchó la voz de su novio y por un momento sintió ganas de llorar por la frustracion.

Su estómago se quejaba por la cantidad de comida que estaba recibiendo y recién estaba por la mitad del gigante plato que Iida le dio.

-No puedo- Susurró, mirando con odio la comida.

-Vamos Katsuki, no actues como un niño- Ese comentario logró lastimar levemente al rubio.

-Pues lamento ser un puto niño, pero no comere esto, no puedo más con esta mierda Tenya- Dijo exasperado, se levantó de la mesa y abandono el comedor, ignorando los llamados de su novio.

Bakugou Pasivo •One Shots•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora