KiriBaku ♡

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Especial de San Valentín  (5/5)

-¡Voy a salir! - Gritó Katsuki, avisandole a sus compañeros de departamento.

-¿A dónde? -Cuestionó Mina, asomándose desde su habitación.

-¿Con quién? -Preguntó Kaminari desde la sala.

-Iré a dar una vuelta con Kirishima, no se a que hora regrese- Fue su escueta respuesta.

-¿Llevas condones? -Preguntó burlonamente la chica.

-¡Mina! -Regaño avergonzado- Adiós- Gruño y salió del departamento.

Caminó tranquilamente por el pasillo de su piso, se encontró con el gato de su vecina antes de subir al elevador y lo acaricio unos momentos.

Tarareo una de esas pegajosas canciones mientras bajaba, y se aseguró de lucir bien.

Saludo al portero antes de salir y el viejo hombre se le quedó viendo impresionado, normalmente Katsuki ni siquiera lo volteaba a ver.

Una suave brisa sacudió sus ropas y sus cabellos apenas puso un pie en la calle. Una mueca de desagrado se colocó en su rostro al ver la cantidad de gente que circulaba por la vereda.

-¡Blasty!-Escuchó la alegre voz de Kirishima llamándolo.

Lo buscó con la mirada y se sonrojo levemente al verlo.

Jamás pensó que Eijiro manejara una motocicleta, no pegaba con su animada personalidad, pero lo hacía lucir jodidamente sexy.

-Hola- Dijo cuando estuvo frente a él.

-Te ves más hermoso de lo normal- Halago el teñido y le tendió un casco- ¿Nos vamos?

Katsuki asintió, se colocó el casco y con ayuda del pelirrojo se montó en el vehículo.

-Será mejor que te afirmes- Habló animadamente el pelo pincho y llevó los brazos del rubio hasta su cintura.

Bakugou habia ido en moto antes, tenía claro cómo afirmarse sin la necesidsd de tocar a la otra persona. Pero no iba a negarse a poder sentir el marcado abdomen del teñido.

No preguntó a donde irían, Kirishima habia sido muy claro en que no le diría. Así que lo único que hizo fue apoyarse contra la amplia espalda y disfrutar del viaje.

Media hora después y totalmente alejados de la ciudad, se detuvieron.

Nuevamente Eijiro lo ayudó a bajar y cuando ambos estuvieron de pie, el chico le tendió una venda, ganándose una mirada confundida.

-Confía en mí- Pidió con una suave sonrisa y Bakugou no pudo negarse.

Confío ciegamente en el teñido y se dejó guiar a través de los arbustos y árboles.

Lentamente la textura bajo sus pies comenzó a cambiar, dejó de sentir las piedras contra sus zapatos y piso algo blandito.

También fue capaz de notar como estaban subiendo, el cálido viento golpeaba suavemente contra su cuerpo y escuchó el trinar de los pajaros a lo lejos.

Unos minutos después se detuvieron.

-¿Estás listo para tu sorpresa? -Susurró la grave voz a su oído, logrando que su piel se erizara.

Asintió lentamente y las grandes manos rozaron su cabeza, desatando suavemente la venda.

Le tomó unos segundos acostumbrarse a la luz y lo primero que vio, fue el mejor atardecer que había contemplado en su vida. El cielo lucía hermoso y el sol se iba perdiendo entre los enormes árboles.

Lo siguiente que vio fue una manta en el pasto y comida que lucía deliciosa. El único árbol que había en el lugar estaba decorado con luces pequeñitas, que le daban un aspecto mágico al ambiente.

-¿Todo esto lo hiciste tú? -Preguntó con dificultad, demasiado impresionado.

-Si... sé que no te gustan los lugares llenos de gente, así que pensé que esto podría ser mejor- Habló de forma avergonzada el muchacho.

-Me encanta- Murmuró el rubio- Gracias Kiri- Se colocó de puntitas y dejo un pequeño beso en la mejilla del teñido.

A Eijiro le tomó unos segundos reaccionar, su rostro se colocó del color de su cabello, provocándole pequeñas carcajadas al menor.

-Denki me dijo que te gustaban las cosas picantes- Comentó con una pequeña sonrisa- Tengo un tío que es experto en comida mexicana, así que espero que nos haya resultado bien- Dijo en medio de risas.

Se sentaron en la manta y el pelirrojo sirvió los alimentos, además de un poco de vino para acompañar.

Cenaron con tranquilidad, entre risas, coqueteos, indirectas y anécdotas. La atmósfera entre ambos era demasiado cálida.

El sol se había escondido con el pasar de las horas y ahora eran iluminados por la luz de la luna y las pequeñas lucecitas en el árbol.

De pronto Kirishima buscó algo en su celular y se puso de pie.

-¿Bailas conmigo? -Preguntó con una de sus brillantes sonrisas.

-Pensé que no bailabas- Contestó el rubio, tomando la mano del pelirrojo.

-Tengo dos pies izquierdos, así que no esperes demasiado- Dijo entre risas el más alto.

Perfect de Ed sheeran comenzó a sonar y sus cuerpos se juntaron delicadamente. Los brazos de Katsuki rodeaban el cuello del pellirojo y Eijiro tomó suavemente la cintura del más pequeño.

-Baby, I'm dancing in the dark with you between my arms- Cantó Kirishima e hizo que el rubio girara, ganándose suaves risas a cambio.

-Barefoot in the grass, listening our favorite song- Secundó Katsuki.

Y antes de que cualquiera de los dos pudiera pensarlo bien, sus labios se juntaron en un dulce beso.

La música seguía sonando, el viento continuo corriendo y los aninales revoloteando entre los árboles a la lejanía.

Pero para ellos el tiempo se detuvo, solo podían sentir el cuerpo del contrario, sus corazones latiendo con fuerza y la calidez de sus labios tocándose.

-Me gustas- Susurró suavemente Eijiro- No tengo mucho que ofrecerte, no soy el más inteligente, ni el más guapo, pero te aseguro que soy el que te puede hacer más feliz- Habló con seriedad.

-Lo sé- Fue la respuesta del rubio- Tu también me gustas- Una pequeña sonrisa adornando su rostro.

Se besaron nuevamente, acariciando sus mejillas, sintiéndose mutuamente.

-¿Quieres ser mi novio? -Cuestionó el mayor.

Pero antes de que Bakugou respondiera, Kirishima tropezó con una hormiga cabezona y ambos terminaron cayéndose al suelo.

Eijiro observó preocupado al rubio, pero éste solo se estaba riendo, así que se relajó.

-Si quiero- Respondió finalmente, mirando con ternura al chico.

Kirishima se tiró sobre su novio y lo llenó de pequeños y tiernos besos.

Dos horas después, Katsuki entró a su departamento con las mejillas sonrojadas, las chaqueta de Eijiro en su cuerpo y una pequeña sonrisa.

-¿Cómo te fue? -Cuestionó la chica, quién estaba viendo una película junto al Pikachu.

-Fue maravilloso- Respondió el rubio y se fue hacía su habitación, dejando totalmente sorprendido a sus amigos.

Bakugou se tiró a su cama y acaricio sus labios, recordando la sensación de besar a Eijiro.

Sintió su celular vibrar y vio con emoción que era un mensaje de su novio.

Definitivamente había sido el mejor San Valentín de su vida.

Bakugou Pasivo •One Shots•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora