Bakugou Pasivo •One Shots•

DekuKatsu ♡

Especial de San Valentín (3/5)

¡Ya estoy en casa, Kacchan! -Exclamó con alegría el peliverde, paseándose por el apartamento- ¿No saldrás a recibirme? -Preguntó con diversión.

Midoriya caminaba lentamente, pasando sus manos por las negras paredes, manchando sus dedos de ceniza.

-¿Dónde estás Kacchan? -Canturreo suavemente- Se me esta agotando la paciencia.

Escuchó un ruido a su derecha y rápidamente abrió la puerta de la habitación principal.

-Sal de dónde estes, no te hare daño... solo jugaré un poco contigo- Su voz cada vez se tornaba más sombría.

Abrió la puerta del baño, la habitación de visitas, la lavandería. Pero su amado Kacchan no estaba ahí.

Cuando escuchó el leve chillido de la puerta de metal, supo que lo tenía.

Caminó con tranquilidad hacia la pesada puerta, que daba paso a las escaleras que lo llevarían hasta la azotea.

Beneficios de vivir en el último piso de un edificio.

-Por favor, por favor, contesta- Suplicaba el rubio entre susurros.

Le marcaba con desesperación a Kirishima, pero el teñido no contestaba. Escuchó la puerta abrirse y supo que sería su fin.

-Por favor- Pidió entre lágrimas, pero él pelirrojo nunca contestó.

-No sirve de nada que lo llames, Kacchan- Escuchó a su espalda- Me deshice de todas las personas que te manipularon para abandonarme.

Bakugou retrocedió asustado, negando con incredulidad. No era posible.

-Esta bien si no me crees, cuando volvamos a nuestro hogar te mostraré sus cabezas. Mina, Denki, Sero, Kyoka y Kirishima... realmente dieron una buena batalla, pero ninguno pudo vencerme. ¿Sabes por qué? Porque mi amor por ti es más fuerte- Relataba con una sonrisa torcida- Ahora ya nadie interferirá en nuestra relación.

Izuku caminaba lentamente hacía su amigo de la infancia, deleitandose al ver el temor en los rubíes.

-¿Por qué? Tu no eres así -Dijo el chico con miedo, sintiendo la reja contra su espalda.

Ya no había escapatoria.

-Tu me convertiste en esto, Kacchan. Te dije que haría de todo para que siempre estuvieras a mi lado y ellos solo querían separarte de mi porque estaban celosos de nuestra perfecta relación- Habló con ternura el pecoso- Volvamos a casa- Pidió con amabilidad.

-¡No ire a ningún lado contigo! -Gritó el rubio e intento escapar.

Pero rápidamente su espalda volvió a estar contra la reja, la fuerte y callosa mano le impedía respirar correctamente.

-¿Por qué no lo entiendes, Katsuki? No importa lo que hagas o cuanto escapes, yo siempre te encontraré. Yo soy tu destino, Kacchan, solo yo puedo amarte y darte lo que necesitas- Susurró sobre los rosados labios del rubio-

-¡No es cierto! Jamás he sido feliz a tu lado, solo me lastimas- Gritó con furia el chico, removiendose con fuerza.

De pronto todo el movimiento de su cuerpo cesó, su miraba bajo lentamente a su abdomen, dónde tenía un cuchillo atravesando su piel.

-Tranquilo Kacchan, sé que ellos te metieron esas ideas a la cabeza.Tú nunca dirías eso, porque me amas tanto como yo a ti- Aseguró el peliverde con una sonrisa.

El musculoso cuerpo de Bakugou comenzó a perder fuerza.

-Ya no tienes que seguir escapando, te llevaré a casa y volveremos a ser felices. Solo los dos- Murmuró con felicidad el pecoso.

Cargó al rubio en su hombro, asegurándose de presionar la herida. Amaba a su Kacchan, pero tenía que aprender a no escaparse y ser bueno.

-Deja de llorar Katsuki, cuándo estemos en casa podrás preparar la cena, comeremos juntitos y luego te hare el amor como te gusta. ¡Tenemos que celebrar San Valentín! -Habló Midoriya.

Lentamente Katsuki comenzó a perder la conciencia, sus ojos derramando lágrimas de dolor e impotencia.

Deku tenía razón, no importaba cuántas veces escapaba de su lado, él siempre lo iba a encontrar.

-Te amo tanto Kacchan- Fue lo último que escucho antes de que todo fuera oscuridad.

Y Midoriya continuó hablando de todo lo que podían hacer para celebrar, sin percatarse de que el rubio se había desmayado.