TodoBaku

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¡Hola mi gente bella! Hace un tiempo que no me pasaba por aquí, porque ya empecé la escuela y casi no tengo tiempo :(

Pero pude sacar un ratito y traerles esto, espero que les guste <3

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Las nubes oscurecían todo a su paso, los truenos resonaban por encima de los gritos asustados de los campesinos, quienes corrían a refugiarse a sus hogares y en medio del caos, una figura cubierta completamente por una capa oscura caminaba con suma tranquilidad, dejando que la feroz lluvia chocará sin piedad alguna contra su vestimenta.

Su andar era lento, como si su alrededor le fuera indiferente y no fuera capaz de ver más allá del húmedo suelo, pero a pesar de parecer desorientado, su destino estaba fijo. Aquellas puertas de madera que estaban a un par de metros, con dos ventanales enormes cubiertos por oscuras cortinas, pero que a través de un pequeño hueco dejaban ver la fuerte luz y el buen ambiente que estaba en el interior.

Sentía su cuerpo completamente helado y el movimiento de sus manos era dificultoso, su estómago rugía ante la falta de alimento y su visión se tornaba borrosa cada cierto tiempo, pero eso no lo detuvo en su marcha y cuándo finalmente fue capaz de tocar aquella vieja superficie de madera, tuvo que colocar todas sus fuerzas para conseguir moverla y permitir su entrada a aquel descuidado bar.

Cruel y frío como los vientos en el mar
Alguna vez regresarás a mí
Escucha mi voz, canta con la marea
Mi amor nunca morirá

No tuvo tiempo para prestar atención a la cálida iluminación del lugar, ni a los diferentes hombres repartidos en las mesas que miraban con atención a un punto en específico, el olor a alcohol y comida recién hecha le fue indiferente a su hambriento estómago y el frío dejó de ser un problema, porque en ese momento, solo existía una razón por la que permanecía de pie.

Sobre las olas y en el profundo azul
Renunciaré a mi corazón por ti
Diez largos años esperaré
Mi amor nunca morirá

Sus cabellos eran rubios y largos, atados en una desordenada coleta, adornado con aquel pañuelo rojo que hace tantos años le había regalado, que hacían juego con sus intensos ojos que no le quitaban la vista de encima, su rostro era maduro y hermoso, dejando atrás todo rastro del niño que conoció en antaño, su cuerpo estaba tonificado y sus músculos se marcaban a través de esa delgada camisa blanca. Y sus labios... sus labios seguían igual de rosas que la última vez que los probó, provocándole con aquellos lentos movimientos.

Ven, mi amor, sé uno con el mar
Rige conmigo por la eternidad
Ahoga todos los sueños sin piedad
Y déjame sus almas a mí

Y aquella dulce pero grave voz era igual a la que la acompañaba en todos sus sueños, el recuerdo que le daba fuerzas cada vez que sentía que sería consumido por los grandes oleajes y en el que siempre pensaba cuando oía a sus tripulantes hablar sobre el canto de las sirenas.

Esa era la canción que hace diez años atrás habían compuesto juntos, cuando soñaban que podrían ser libres y recorrer el extenso mar, donde no tenía que tomar el cargo de Rey y donde el rubio no era un hombre. La canción que murmuraban en la oscuridad y privacidad que las paredes del castillo podían brindarles y que solo las extensas horas de la madrugada eran conocedoras.

Toca la canción que cantabas hace mucho
Y donde sea que estalle la tormenta
Encontrarás la llave de mi corazón
Nunca seremos separados

Bakugou Pasivo •One Shots•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora