IidaBaku

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-¡Me gustas, por favor sal conmigo! -Exclamó el pelinegro con fuerza.

Bakugou se detuvo de inmediato, sin terminar de abotonarse la camisa. Miró confundido a su alrededor, notando como solo estaban ellos dos en los vestidores.

Luego de unos segundos su confundida mirada se dirigió al presidente de la clase.

-¿Me hablas a mi? -Cuestionó con duda.

Iida asintió de inmediato, sin cambiar su seria expresión.

-Ugh... ¿Si sabes que las únicas veces que hemos hablado es por qué me regañas, verdad? -Dijo algo incómodo.

-Por supuesto que lo sé, pero esa es una de las cosas que me llaman la atención de ti- Aclaró del megane, dando un paso hacía el menor- No te estoy pidiendo que nos casemos, solo quiero que me des una oportunidad- Dijo con un leve tono de decepción.

Por un momento Bakugou se sintió cautivado por ver un lado diferente del siempre correcto y serio chico.

Miró atentamente al presidente, no podía negar que era guapo, tenía un buen físico y... maldición, definitivamente era su tipo. Pero su actitud recta le causaba cuidado.

-Yo... -Se frotó el brazo, siendo presa de los nervios- Supongo que no perdemos nada si lo intentamos- Comentó finalmente, luciendo inseguro.

-Bien, te aseguro que no te arrepentirás- Declaró el más alto.

Ninguno de los dos volvió a hablar luego de eso, terminaron de cambiarse de ropa y salieron juntos de los vestidores.

Cuando llegaron al comedor Deku llamó al pelinegro y Kirishima al rubio.

Los jóvenes se miraron dudosos, sin saber que hacer.

-Bueno... supongo que te veo más tarde- Dijo bruscamente Katsuki.

-¡Ah, espera Bakugou! -El explosivo detuvo su andar- ¿Puedes darme tu número de teléfono?

El más bajo fruncio el ceño, estaba seguro de que Iida podía sacar su contacto desde el grupo del curso. Pero decidió no discutir, tomó el celular del contrario y rapidamente anotó su número.

Luego de eso finalmente se alejaron, cada uno tomó un camino diferente, como si nada hubiera sucedido.

El rubio por fin había terminado de hacer su tarea, se colocó su remera de calavera y se lanzó contra su cama. Prendió su celular y se percató de que tenía un mensaje.

Número desconocido

¿Hiciste tu tarea?

Bakugou frunció el ceño, ¿Qué clase de idiota mandaba un mensaje como ése?

¿Quién eres?

Iida Tenya

Eso respondió todas sus dudas, definitivamente esa era la forma de empezar una conversación que alguien como él tendría.

¿Qué quieres?

Katsuki se arrepintió de inmediato al mandar ese mensaje, pero él pelinegro ya lo había visto. Había prometido darle una oportunidad y aún sí no estaba seguro, tambien tendría que poner de su parte.

Quiero saber más de ti

Ugh, bien... ¿Qué es lo quieres
saber?

Y de esta forma comenzó una larga conversación entre los futuros héroes, se mensajearon por largos minutos.

Bakugou estaba sorprendido de descubrir que el megane tenía un sentido del humor bastante parecido al suyo y que detrás de esa seria expresión se escondía alguien muy ingenioso.

¿Sabes que es muy irresponsable
de tu parte mandarme mensajes
a las dos de la mañana?

Tienes razón, me disculpó por mi inconsciencia.

Solo era una broma, idiota

No quiero dejar de hablar contigo

Supongo que perder unas cuantas
horas de mi sueño de belleza
valdran la pena XD

¿Qué es eso que mandaste?

¿Qué cosa?

El Xd

...Tenemos mucho de que hablar.

Espero que estes preparado para no dormir esta noche.

Como tu mismo dijiste, supongo que valdra la pena.

Bakugou ocultó su sonrojado rostro contra la almohada, definitivamente el chico tenía su encanto.

Y así pasaron las horas, hasta que la alarma del rubio resonó por la habitación, logrando que el chico se sobresaltara por completo.

No puedo creer que mi despertador acaba de sonar.

Por tu culpa tendré un humor
de perros.

Tu siempre tienes un humor
de perros XD

Supongo que tendré que hacerme cargo de mis acciones ¿Te parece si te
preparo un café?

Que sea un té, si no quieres que
asesine a alguien te recomiendo alejarme de la cafeína.

Bien, te estaré esperando
abajo.

Dejó su celular en la mesita de noche y miró al techo con una pequeña sonrisa. A pesar de no haber dormido nada, se sentía con demasiada energía en su cuerpo.

No le costó nada levantarse, se vistió más rápido que nunca y casi bajó corriendo las escaleras. Antes de entrar al comedor se acomo ligeramente el cabello y se aseguro de oler bien.

-Buenos días, Bakugou- La profunda voz lo recibió de inmediato.

-Buenas, Iida- Era la primera vez que lo nombraba correctamente.

Se sentaron juntos, sus hombros rozandose suavemente. Katsuki fue capaz de notar que el cuerpo del más alto era sumamente cálido.

-¿De verdad te viste todas las películas de Barbie? -Cuestionó el megane luego de un rato.

-Te dije que mis primas me obligaron- Habló avergonzado el rubio, sus pomulos tiñendose de rojo- Además, juraste no tocar ese tema- Reclamó con voz fuerte.

La grande mano tocó suavemente su mejilla, dandole una tierna caricia.

-Lo siento- Fue solo un susurro, pero la intensidad de la mirada logró que Katsuki se olvidara de que estaban hablando.

Lentamente se fueron acercando, sus respiraciones se mezclaban y sus narices se rozaban juguetonamente.

Bakugou no podía comprender como su relación habia cambiado tan rápido, pero el chico había logrado cautivarlo con sus palabras, dejando atrás sus diferencias y creando un futuro para ellos.

Cerró sus ojos y finalmente sintió los suaves labios, sus manos se colocaron en el oscuro cabello, acariciandolo suavemente.

Se separaron luego de unos segundos, pero sus frentes quedaron unidas.

-Te prometo que hare que esto funcione- Susurró el presidente de la clase.

-Eso espero- Respondió el explosivo- Eso espero- Repitió, antes de dejar un pequeño beso en los labios de su acompañante.

Bakugou Pasivo •One Shots•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora