Capítulo especial por el día de las Madres.
Esperó que lo hayan pasado bien junto a esas hermosas personas que hacen de todo por vernos feliz.
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Katsuki llegó a su hogar luego de un agotador día en la agencia, había tenido una pelea con unos criminales, pero nada realmente peligroso.
Apenas abrió la puerta de entrada escuchó unas fuertes carcajadas infantiles, reconociendo de inmediato quiénes eran.
-Ya estoy en casa- Anunció en voz alta, sintiéndo las risas cesar de inmediato.
Las suaves pisadas de los menores resonaron por las paredes y pronto vio la rubia cabellera de su Hikkun y la oscura de Alex.
-¡Bienvenida mami! -Exclamó el menor con felicidad, pidiendo ser cargado.
-Bienvenida señora Katsuki- Dijo de forma tímida la pequeña.
-Hola niños, ¿Ya comieron? ¿Dónde esta tu padre?- Preguntó tranquilamente.
-Esta en la cocina preparando la cena- Respondió el infante.
Le dio un último beso a su mami y pidió ser bajado, para poder seguir jugando junto a su mejor amiga.
-Alex -Llamó a la niña antes de que se fuera detrás de Hikaru- ¿Te quedarás a dormir? -Cuestionó con suavidad.
-Papá no mandó una nota... pero hoy tiene turno hasta la madrugada y no me gusta estar sola en casa, así que yo... - Murmuró la pequeña con nerviosismo.
Katsuki entendió de inmediato lo que quería decir la chica, así que se agachó hasta su altura y la miró cariñosamente.
-Esta bien, yo me encargó cariño, ve a jugar con Hikkun- Aseguró y dejó un suave beso en su frente.
La niña asintió más animada y corrió detrás del pecoso, continuando con su aventura de piratas.
La rubia caminó hacía la cocina, viendo la ancha espalda de su esposo y sus desordenados cabellos.
-Huele bien- Susurró, acercándose a él y abrazandolo por detrás- ¿Es ramen? -Preguntó con curiosidad.
-Hikkun dijo que Alex estuvo muy triste hoy y me pidió si lo podía hacer para animarla un poco- Explicó el héroe.
Midoriya se dio la vuelta y rodeó el pequeño cuerpo de su esposa en un cálido abrazó.
-¿Día difícil? -Cuestionó el peliverde.
-Cansador más que nada- Respondió la de ojos rubí, acurrucandose contra el cálido pecho de su pareja.
Desde la cocina tenían vista completa hacía la sala de juego de su hijo, notando lo feliz que lucía con su amiga.
-Sabes... me alegró de que Alex pueda estar con nosotros un rato. Perdió a su madre a temprana edad y desde estonces su padre solo se ha dedicado a trabajar, tuvo que aprender a cuidarse sola. Y si nosotros podemos hacer que vuelva a actuar como una niña de su edad... me alegró de que este aquí- Murmuró la mujer.
Imaginarse a su pequeño hijo en una gigantesca casa, completamente solo y sin nadie que lo cuide o lo calme después de una pesadilla, le rompía completamente el corazón.
-No podemos hacer nada cuándo esta en su casa, pero mientras este en nuestro hogar sabes que ella es feliz- Calmó a su esposa- Es como si fuera nuestra hija adoptiva- Bromeó levemente.
El sonido del temporizador interrumpió su conversación, dejándo el tema en el olvidó, preparándose para cenar.
Katsuki entró a la habitación de Hikaru, sentándose en la mecedora para leerles un cuento. Media hora después ambos estaban al borde del mundo de los sueños.
La rubia se aseguró de acobijarlos bien, dejándo un leve beso en sus frentes. Estuvo a punto de cerrar la puerta, cuando la suave voz de Alex la detuvo.
-Señora Katsuki -Llamó con timidez- Gracias por ser tan amable conmigo y recibirme en su casa- Dijo avergonzada.
-Eres parte de nuestra familia Alex- Aseguró- Buenas noches, descansa cariño- Se despidió, viendo como los ojos de la niña se cerraban lentamente.
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Aquél viernes se celebraría el día de la Madre en la escuela de su hijo, así que Katsuki iba llegando al salón de clases.
Apenas puso un pie en el salón fue abordada por dos pequeños niños cubiertos de escarcha amarilla.
-¿Por qué están tan brillantes? -Cuestionó riendo.
-¡Es porque somos estrellas! -Exclamó emocionado Hikkun.
La pequeña asintió de acuerdo, sosteniendo la mano de su amigo.
-Pues bien estrellitas, esperó que lo hagan muy bien, los veo al rato- Se despidió la heroína, besando suavemente sus mejillas.
Fue con el resto de madres y se sentó a esperar a que la obra comenzará.
La temática fue bastante interesante, ya que hablaba de como los primeros seres humanos en habitar la tierra se sentían muy solos y que miraban al cielo en busca de consuelo, pidiendo a alguien que los amara profundamente y nunca los abandonara. Fue en una de esas tantas noches que pasaron unas estrellas fugaces. Así fue como se crearon seres capaces de amar infinitamente, las madres.
Al terminar, todos los niños se subieron al escenario, con un dibujo en sus manos y unos bombones de chocolate.
Uno a uno fueron bajando, corriendo directamente hacía sus madres.
-¡Mira mami, Hikkun te dibujo! -Dijo su pequeño con emoción- No es tan bonita como tú, pero espero que te guste- Murmuró.
Eran ellos dos comiendo palomitas en el sofá de su casa, mientras veían el rey León. Era realmente bonito.
-Es hermoso bebé, me encantó- Dijo con felicidad, abrazando a su retoño.
Fue entonces que se percató de Alex, la niña estaba delante de ellos, pero se veía un poco indecisa.
Hikaru se separó de su abrazó y corrió hasta su amiga, la tomó de la mano y le dio la fuerza para caminar hacía ellos.
-Mira mami, Alex dibujó esto para ti- Aclaró su pequeño pecoso.
Tomo la hoja que la niña le ofrecia y quedó sorprendida por lo que veía.
Era la escena del fin de semana pasado, donde se podían ver a ambos niños acostados y a ella en la puerta. Y arriba estaba escrito con una letra impecable Eres parte de nuestra familia.
Ese detalle conmovió su corazón y arrastró a ambos niños hacía un apretado abrazó.
-Señora Katsuki... sé que usted no es mi madre, pero cuándo me trata como parte de su familia yo realmente me siento feliz- Intentó explicar la pequeña- Es por eso que yo... es por eso que yo quise dedicarle mi trabajo a usted, porque Hikkun es afortunado de tenerla y a mi realmente me gustaría ser su hija- Murmuró la pequeña, al borde del llanto.
-Oh cariño- Dijo la rubia en el mismo estado- Ya lo eres, desde hace mucho tiempo que te considero mi hija- Murmuró suavemente.
-¿Yo... podría llamarla Mamá? -Preguntó tímidamente.
-Claro que si pequeña- Respondió de inmediato la de ojos rubí.
-¿Entonces ahora si puede ser mi hermana? -Preguntó Hikaru con confusión.
Las chicas se rieron de la inocencia de Hikkun y los tres se abrazaron con fuerza.
Porqué para ser madre no es necesario tener lazos de sangre, mientras lo sientas en tu corazón era suficiente.
Eso fue lo que aprendió Katsuki aquél día, y ahora podía decir orgullosamente que tenía dos hijos maravillosos.
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Bakugou Pasivo •One Shots•
FanfictionSerie de one-shots de diferentes shipps de BNHA, pero teniendo como protagonista a nuestro explosivo favorito ¡Bakugou Katsuki! Podrás encontrar shipps homosexuales y heterosexuales, genderbander y AU'S, entre otras cosas. Algunas parejas: TodoBaku...