Bakugou Pasivo •One Shots•

TodoBaku*

Katsuki Bakugou se consideraba una persona débil.

No había tenido la valentía de disculparse con Deku, ni el coraje de demostrarle su aprecio a sus amigos.

Pero lo que más le pesaba en la consciencia, era que jamás se declaró a la persona que amaba.

Ya han pasado doce años desde que se dio cuenta de que estaba plenamente enamorado del bastardo mitad mitad. Y sus putos sentimientos no habían hecho más que crecer.

Nadie podía culparlo, él había intentado alejarse de todo lo que lo uniera a sus compañeros de la UA. Pero Shoto simplemente apareció un día en su agencia y nunca más se fue.

Tenía que soportar ver el atractivo rostro todos los días, ver su cuerpo semidesnudo y no poder tocarlo, apreciar su felicidad y no poder compartirla.

Ese jodido enamoramiento lo estaba matando, el arrepentimiento de no haberse declarado cuando tuvo la oportunidad no lo dejaba dormir correctamente.

Pero lo que más lastimaba su débil corazón, fue la noticia que el bicolor le había dado hace tres meses.

Shoto se iba a casar con la cola de caballo.

Y hoy estaba parado junto al altar, mirando a su primer amor lucir ansioso. Era su trabajo como padrino acompañarlo ese día.

Debería haberse negado y dejarse de humillar de esta forma, pero era débil ante los brillantes ojos de Todoroki.

La marcha nupcial resonó por el amplio lugar, las grandes puertas de madera se abrieron y apareció la novia.

Momo lucía preciosa, sus ojos brillaban con la misma intencidad que los de Shoto y una gran sonrisa adornaba su rostro.

Katsuki observó con dolor como los adultos se miraban con un inmenso amor, deseaba irse a su casa y enterrarse bajo sus cálidas mantas.

Pero no podia defraudar a su amigo, por mucho que su corazón se estuviera partiendo en miles de pedazos al ver como Todoroki decía que sí sin dudar.

Los esposos se besaron con dulzura, mientras los invitados aplaudían encantados por la hermosa pareja de recién casados.

Bakugou sonrió, disimulando las lágrimas acumuladas en sus ojos. Shoto se veía tan feliz, que no iba a arruinar su día especial con sus estúpidos sentimientos.

Fue el último de sus amigos en acercarse a felicitar a los novios.

-Más te vale que lo cuides bien, cola de caballo- Dijo de forma desinteresada- No es agradable verlo hacer sus rabietas de niño pequeño cuando discute contigo- Se burló del bicolor.

-No te preocupes Bakugou, Shoto ya es un niño grande- Le siguió el juego la pelinegra.

-Ustedes son muy malvados- Dijo con un ligero tono herido el hijo de Endeavor.

Katsuki observó al heterocromático con cariño, ocultando la envidia que sentía por la chica. Él daria todo por ocupar su lugar.

-Ven aquí bebé llorón- Abrió sus brazos, esperando el último abrazo.

Grabó el masculino olor de la colonia de Shoto, la sensación de sus brazos envolviendose a su alrededor y el suave sonido de su risa.

-Bien, ahora vayan a hacer sus mierdas de novios- Dijo con una leve sonrisa.

La parejita se fue a disfrutar junto a los otros invitados y Bakugou se quedó en ese rincón, observando lo feliz que estaban todos.

Sabía que no encajaba en ese lugar, ya no tenía nada que hacer ahí. Había dejado a Shoto en buenas manos, renunciando a su amor de secundaria para siempre.

Se dio la vuelta y se dirigió hacía la salida, listo para comenzar su nueva vida.

Sus maletas le estaban esperando en el auto, su boleto de avión listo y su nueva agencia ya lo había contactado.

-¿Te irás? -Se detuvo al escuchar la suave voz de la chica.

-Sabes que no tengo otra opción, no me quedare a ver como él es feliz con otra, no de nuevo- Susurró con dolor.

-¿Volverás algún día? -Cuestionó, sin tratar de detener al rubio.

-Cuándo logre superarlo o cuándo nazcan sus hijos, lo que suceda primero- Dijo con burla- Tu deberías hacer lo mismo, sabes que este amor solo seguirá lastimandote. Tal vez trates de considerar darle una oportunidad a Denki, sabes que se muere por ti- Sugirió, mirando por última vez a su compañera de amores no correspondidos.

-Supongo que podría intentarlo- Dijo sin mucho interes- Adios Katsuki.

-Adios Kyoka, gracias por todas las borracheras que compartimos- Habló con un tono divertido y retomó su camino.

Dejando atrás a su primer amor, toda su vida y a sus amigos, tenía que alejarse de todos si quería superar a Shoto algún día.

Sabía que sería difícil, pero no por nada era Katsuki Bakugou.