Bakugou Pasivo •One Shots•

Bakusquad

Katsuki era una persona solitaria, destestaba que la gente lo tocara o que se juntara a su alrededor. Odiaba las risas escandalosas y las bromas sin sentido, todo aquello que no le sirviera de entrenamiento era desechado de su vida.

Es por eso que se sorprendió a sí mismo cuando se vio siendo parte de... un grupo de amigos.

Esa misma tarde al llegar a su casa le contó su descubrimiento a su madre, no porque fuera algo bueno, si no para entender.

-¿Por qué se siguen acercando a mi aún cuando les grito? -Preguntó confundido.

Mitsuki miro con dulzura a su hijo, alegrandose de que por fin llegaran personas buenas a su vida. Su bebé estaba creciendo.

-Porque eso es lo que hacen los amigos- Respondió con seguridad- Cuando estés mal ellos trataran de animarte, cuando seas feliz compartiran tu alegría, si estas triste ellos serán tu pañuelo de lágrimas. Así son los amigos Katsuki, no esperan nada a cambio, solo estan junto a ti porque te quieren- Aclaró la mujer.

¿Esos idiotas lo querían? Sus mejillas adquirieron un brillante tono rojo, luciendo totalmente avergonzado.

Todo este tiempo Bakugou pensó que esos perdedores estaban a su alrededor por sus habilidades, que solo lo soportaban por su inteligencia.

Pero estaban con él porque lo apreciaban... aún con su carácter de mierda.

-¿Y tú los quieres Katsuki? -Interrogó su madre, notando como su hijo recién estaba entendiendo como funcionaba esto de la amistad.

El rubio lo pensó, le agradaba cuando la ojos de mapache iba a su habitación y pasaban un agradable rato hablando sobre los dilemas amorosos de la chica. Era divertido ver las estupideces del pikachu y como se colocaba nervioso alrededor de Kyoka. Era refrescante estar junto a Sero, porque el era más calmado que los demás y siempre decía comentarios ingeniosos que le sacaban una sonrisa. El dientes de tiburón se había vuelto muy importante en su día a día, porque nunca lo dejaba solo y siempre que escuchaba que alguien hablaba mal de su persona, saltaba a defenderlo, además que siempre lo arastraba a su habitación para jugar videojuegos. Y la orejas largas era esa parte tímida, la primera vez que fue a su habitación fue realmente muy incómodo, pero luego se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común y pudieron hablar sin problemas, Jiro era a quién podía pedirle un consejo si lo necesitaba.

No estaba seguro de poder devolverles el cariño de la misma forma, pero lo que si tenía claro, es que ya no podía imaginar su vida sin esos cinco chicos a su alrededor.

-Si- Respondió de forma segura.

-¿Y se los has hecho saber? -Preguntó la rubia mayor de forma burlona, sin decir nada por todo el tiempo que su cachorro se demoró en responder.

-Ugh... creo que no- Contestó dudoso.

-¿Y quieres hacerlo? -Asintió levemente- En ese caso, sabes perfectamente como conquistar a alguien, Katsuki- Y con esas palabras la mujer se retiró, lista para ir a contarle a su esposo lo que acababa de pasar.

Bakugou se adentró a la cocina de su hogar, decidido a crear el mejor pastel para sus amigos.

Cuando el rubio regresó a la academia el domingo por la tarde, fue a las habitaciones de sus amigos y les pidió que bajaran a la cocina.

Una vez todos reunidos, colocó el pastel delante de ellos y los incentivó a comer.

Katsuki no probó bocado, tenía un nudo en su estómago producto de la ansiedad.

Pero poco a poco se fue relajando, porque los chicos se devoraron el pastel, alegando que estaba delicioso y que tenía que llevarlos a donde lo compró.

Cuando acabaron de comer, todos habían notado lo extraño que estaba actuando su chico explosivo.

-¿Sucedió algo en tu casa Blatsy? -Cuestionó preocupado el pelirrojo, Bakugou negó.

-¿Te duele el estómago? -Secundo un Kaminari confundido, recibiendo la misma reacción.

-¿Entonces que te sucede Kacchan? -Preguntó la pelirosa, colocando su mano en el brazo del rubio para demostrarle su apoyo.

-Yo... hornee el pastel para ustedes -Empezó a decir Katsuki- Quería darle las gracias por ser mis amigos... y demostrarles qué... yo también... -Las palabras no querían salir de su boca y sentía su rostro casa vez más rojo- Que yo también los quiero, maldición- Terminó gruñendo, frustrado por no poder expresarse correctamente.

-¡Blatsy! -Exclamo Eijiro con lágrimas en los ojos y se lanzó a abrazar a su avergonzado amigo.

Kyoka fue la siguiente en acercarse al rubio y también lo abrazo con fuerza, entendiendo a la perfección lo que su amigo quería decir.

Sero fue el siguiente, envolviendo a sus compañeros en un apretado abrazo, agradeciendo internamente por tener los mejores amigos del mundo.

Mina Y kaminari saltaron sobre el grupo provocando que todos cayeran al piso, pero sin soltarse.

-Eres tan tierno Bakugou- Exclamó emocionada la rosada- No sabía que podías hacer una expresión tan linda- Chillo, apretujando al rubio entre sus pechos.

Kaminari también estaba muy feliz, abrazando con fuerza a sus amigos, hasta que sintió como agarraban su mano... bajo la mirada y vio sus manos entrelazadas con una de uñas negras. Miro avergonzado a Kyoka y antes de que pudiera reaccionar, su quirck se activó.

Los alumnos restantes de la clase bajaron corriendo al oír los gritos, esperandose lo peor.

Pero cuando llegaron a la cocina, lo único que encontraron fue a un atontado Denki y el Bakusquad riéndose como loco, con los cabellos alborotados y un poco de humo escapando de sus cuerpos.

Nadie se atrevió a preguntar nada, aun si vieron que todos los chicos tenían sus manos unidas.