Bakugou Pasivo •One Shots•

DabiBaku

¡Hola mi gente! Al final de la lectura hay una nota relacionada al capítulo anterior, no se olviden de leerla... porqué les aseguro que les gustará xd

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Bakugou jamás pensó que podría sentir pena por un villano.

Creía firmemente que ellos solo eran personas que enloquecían y se dejaban guiar por sus trastornadas mentes, qué su único objetivo era dañar a las personas por su patética debilidad.

Por años ese fue su pensamiento, estando en la UA se enfrentó con varios de estos personajes, reafirmando sus creencias.

Hasta que un día lo vio.

Su estúpido grupo de amigos lo había arrastrado a una feria en el centro de la ciudad, argumentando que era bueno salir a despejarse un poco.

En un momento logró despistarlos y escaparse de ellos, buscando un lugar sin tanta gente a su alrededor.

Caminaba tranquilamente, cuando vio una cabellera azabache que se le hacía extrañamente familiar.

Se acercó un poco más y pronto fue capaz de notar la piel llena de cicatrices, una absurda cantidad de perforaciones y la vestimenta oscura.

Sin duda ese era uno de los imbeciles que lo habían secuestrado en su primer año en la UA.

Estaba preparándose para luchar, cuándo se percató de algo extraño.

El chico ni siquiera se había dado cuenta de su presencia, demasiado inmerso en su propio mundo.

Se le ocurrió seguir su mirada, encontrándose con el Todoputo y sus hermanos.

Los tres caminaban tranquilamente, riéndose, pasandola bien. Como una perfecta familia feliz.

Los miró detenidamente, encontrando similitudes entre ellos, como el tamaño de su nariz o sus cejas, los pómulos y la forma del rostro.

Entonces su mirada viajó de vuelta al villano.

Por un momento olvidó como respirar.

Las cejas, la nariz, el rostro, el color de ojos... eran exactamente igual.

-Eres un Todoroki- Se le escapó por equivocación.

Se arrepintió de inmediato, sintiéndo la mirada del Alfa clavada en su cuerpo.

Acababa de cagarla de forma monumental.

Miró de forma disimulada a su alrededor, buscando una salida rápido por si en algún momento aparecía un portal a sus espaldas.

-Alguna vez lo fui- Fue el triste susurro, lo que nuevamente le sorprendió.

Observó los ojos turquesa, y ahí no encontró rastros de maldad. Solo una profunda tristeza, acompañada de arrepentimiento y soledad.

-¿Por qué no te acercas? -Preguntó con curiosidad, sin poder evitarlo.

-Hace muchos años que los abandoné, ya no tengo derecho a estar con ellos... además, mírame... tu y yo sabemos en lo que me convertí- Habló por lo bajó, comenzando a caminar en dirección contraria.

-Nunca es tarde para arrepentirse, ni para pedir perdón- Dijo con fuerza, lo mismo que se repetía todas las mañanas, pero que jamás cumplía.

-No lo entenderías, héroe- Habló con burla el chico.

-Entonces explícame... explicamelo- Pidió casi con desesperación.

No sabía porque estaba haciendo esto.