Bakugou Pasivo •One Shots•

ShinsoBaku

¡¡Heeeey hola mi gente hermosa!! Espero que todos se encuentren muy bien en sus hogares UwU

Primero que nada, pedirles disculpas por no actualizar, pero estoy en proceso de cambiarme de casa, lo cual me dificulta bastante tener un tiempo de descanso para poder escribir :(

Pero ahora a final de mes voy a tener unas pequeñas vacaciones del colegio, por lo que espero poder volver a actualizar seguido.

Ah y por cierto, hace unos días una niña muy linda estuvo de cumpleaños, así que Ale, espero que disfrutes de este cap bien soft, dedicado exclusivamente para ti <3 (RoughDiamond_UwU)

(Si encuentran algún error de ortografía es culpa de wattpad, que le pareció muy divertido hacerle traducción al capitulo, aun cuando ya estaba en español >:v)

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Desde hace años que todo le parecía aburrido, su vida se había convertido en una monótona rutina, vagando sin una razón de existir, rodeado de un infinito gris que parecía querer ahogarlo en la depresión.

Y si no fuera por su hermana pequeña y su padre, hace mucho tiempo que se hubiera marchado donde nadie lo molestara, alejado de todo ser humano, para poder encontrar esa paz que tanto deseaba.

Salir a la calle le resultaba tedioso y tener que estar todo el día encerrado en una puta oficina lo estaba volviendo loco. Pensar en que tendría que estar de esta forma hasta que se jubilara era un agobio, recién tenia veinticuatro años y sentía que se estaba perdiendo de todo lo bueno.

El único momento donde se sentía liberado de aquella vida, era cuando la noche estaba en su máximo esplendor y ningún alma circulaba por los alrededores, dejando todo en un tranquilizante silencio que lo arrullaba con cariño.

Entonces Shinso se colocaba algún poleron abrigador y subía a la azotea de su edificio, dejando que el viento revolviera sus cabellos y el frio de la noche se colara por su ropa, dándole una falsa sensación de libertad.

Caminaba hasta la orilla y se dedicaba a observar la lejanía, mirando los pájaros volar, los aviones que pasaban de vez en cuando y aquella estrella que siempre parecía brillar más que las otras.

Podían ser cinco minutos o dos horas, pero ese era su momento.

La una vez en el día que se sentía bien.

Cuando sus familiares ya estaban dormidos, se colocó su típico poleron morado y salió silenciosamente, listo para realizar su tan ansiada rutina nocturna. Subió las escaleras lentamente, para no despertar a nadie, sintiendo la ansiedad cosquillear en su piel. Observo aquella pesada puerta de metal con anhelo y con las manos temblorosas, la empujo para abrirla.

El viento lo recibió cariñosamente, el silencio lo acobijo entre sus brazos, una leve sonrisa se asomó entre sus labios y finalmente fue feliz.

Pero su ceño se frunció al sentir un intenso olor amargo inundando su nariz, eso jamás había sucedido antes. Miro hacia el frente con confusión y se quedo paralizado al ver a un extraño en su tan preciado lugar.

Su postura se notaba relajada, dándole la espalda, con la mirada clavada en el horizonte. Sus cabellos rubios ceniza se movían junto al viento, tomando una forma más alborotada de lo usual, sus hombros parecían ser anchos por aquella chaqueta de cuero que estaba usando y sus músculos se marcaban a través de la ropa.

Shinso no sabia que hacer, normalmente se daría la vuelta sin dudar y evitaría cualquier contacto con aquel chico, pero... este era su lugar, era su momento y no iba a dejar que nadie se lo arrebatara.