CONNOR


Mi nombre saliendo de sus labios me dio toda la seguridad para cumplir mi objetivo.

La tomé de la nuca y atraje sus labios a los míos. Dios, había esperado tanto este momento; lo había deseado y fantaseado tanto que parecía irreal.

Su boca se acopló a la mía de la manera más perfecta que jamás pudo existir. Me estaba correspondiendo, como siempre esperé que fuera.

Se colocó más cerca de mí —si es que eso era posible, claro, este espacio se reducía cada vez más— y cerró sus brazos alrededor de mi cuello.

—Te quiero —susurré contra su boca.

Yo no fuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora