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ALLISON

Apreté fuerte los párpados para que el champú no me entrara en los ojos, como casi siempre sucedía. Eran las dos de la tarde y acababa de, literalmente hablando, levantarme de mi profundo sueño. Yo no sé si eso se debe a un supuesto estrés-nerviosismo-confusión por lo que estoy sintiendo por Connor o sencillamente en otra vida fui un koala que se la pasó durmiendo veinte horas diarias.

Retomando la cuestión del asunto: ¿qué me pasaba con él? ¿Qué diablos estaba mal con mis hormonas? ¿Qué demonios estaba mal conmigo misma?

¿Tenía sentimientos por Connor, mi tutor al que debería despreciar? Pues ya no lo sabía. No me encontraba en condiciones de darme una respuesta breve.

Enjaboné mi cuerpo para terminar el proceso de ducharme. Mamá se había ido hace una hora y media, lo sabía por la nota que me dejó sobre el desayunador cuando fui a atacar la nevera.

Tenía cosas que hacer hoy, y viéndole el lado positivo, me servirían para distraerme sobre todo lo que estaba sucediendo con Adams.

Lo primero sería, básicamente, comer algo y llamar a Warren. Necesitaba ir a la tienda por un vestido para la fiesta de Roxie hoy. Y bueno... no quería hacerlo sola.

Segundo, volver pedir una pizza y helado. Seguro Trisha llegaba un poco tarde, por lo que le dejaría una cena rápida lista.

Y tendría que prepararme a mí misma para la fiesta, lo que requeriría un tiempo largo y no especificado.

Sip, sería un día agotador.

Salí del baño con la ropa interior puesta, descalza y con el peine en mano. Fui cepillando mi húmedo cabello hasta que llegué a la cocina otra vez.

Arrojé el peine sobre el mostrador, abrí la heladera por segunda vez y me preparé un sándwich básico. Iba comiendo hasta que escuché mi celular sonar en mi cuarto; por lo que corrí hacia él de manera brusca y desesperada.

Era un texto. Y de Matt.

De: El Más Infeliz

Para: All

Había olvidado cuán caliente y sexy te ves con ropa interior ;)

Pensé que había bloqueado cualquier llamada o texto dirigido a mi número por parte del suyo... ¡¿Y por qué sabía que estaba en ropa interior?!

Rápidamente tomé unos shorts y una blusa que encontré por ahí, corrí hasta una ventana y observé fuera. No estaba en la entrada de casa.

Pero entonces, ¿dónde estaba ese desgraciado?

Y entonces golpearon a la puerta trasera de la casa; la que daba al jardín.

¿Cómo mierda...?

—¡Allison! —llamó él, llamando a la puerta con sus nudillos.

—¿Por qué estás aquí? —cuestioné en otro grito.

—Ábreme y te digo.

—De todos modos ni quería saberlo —contesté, volviendo mi vista al móvil que tenía entre mis manos. Estaba a punto de jugar a uno de los jueguitos hasta que golpeó de nuevo la puerta—. Ya para, me das jaqueca.

—Quiero hablar contigo.

—En otro momento, quizá cuando te mueras de una vez.

—Sé seria.

—No puedo si vives molestándome —le dije centrada en la pantalla de mi celular. Iba por el segundo nivel para cuando perdí—. ¡¿Lo ves?! ¡Me has hecho perder!

Yo no fuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora