Yo no fui

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WARREN

—Anda, Warren, qué malhumor tienes hoy —Sienna dijo.

—Pues perdona por quedar mal ante mi mejor amiga gracias a tu comentario.

Ella rodó los ojos mientras bebía de su petaca. La había estado escondiendo debajo de su vestido, no sé cómo.

Se limpió los restos de vodka con el dorso de la mano y luego puso su mano sobre mi propio muslo. Miré su mano, mi pierna y después sus ojos, incrédulo.

—Tienes que disculparte.

—¿Por decirle la verdad?

—No, la has enfadado.

—Yo no creo que esté muy enfadada. Mira allá —señaló detrás de mí.

Me giré, esperando no ver lo que no quería ver.

Pero como si Allison me hubiera pasado un poco de su mala suerte, la vi. La vi detrás de Connor, cambiada. Su atuendo estaba tan... modificado, como si... Como si...

No. No, no, no. Ella no... No lo había hecho, no sin antes...

—Increíble, ¿no? —Sienna dijo— Una chica más entre las piernas de Connor. No sé qué hará la diferencia, ya que logró su objetivo terminará botándola mañana. O, si está de buenas, esta misma noche. De algún modo u otro lo hará en algún momento de este fin de semana.

Me quedé helado. Mi mejor amiga, mi hermana del alma, se había acostado con el muy imbécil de Connor Adams. Sabiendo que nos odiamos mutuamente, lo hizo. No pensó ni siquiera en...

Joder. Qué idiota que soy: también yo tomé una decisión que le afectó, y por eso huyó de mí con su tutor persiguiéndola como perro faldero. Entonces se tuvieron sexo... ¡En el baile de invierno!

—Quizá podríamos seguir sus pasos, ¿qué dices? —comentó, bebiendo sin detenerse.

—No me apetece.

Me puse de pie, la dejé sentada en la barra y me marché de allí.