ALLISON
—La lluvia de este tipo —dije, explicándole, mientras me acariciaba el cabello—, me trae recuerdos. Y no son buenos, precisamente; ninguno de ellos.
—¿Puedo saber por qué?
Suspiré contra su cuello.
Connor me había obligado a limpiarme la cara, salir del baño y acostarme con él de la manera más inocente en la cama. En ese orden.
Justo ahora, me encontraba con la cabeza gacha y los ojos cerrados mientras él se limitaba a tranquilizarme con sus caricias en mi pelo.
—Sólo son malos. No pienso que necesites saber más de lo que estoy dispuesta a contarte.
—Quizás, con un poco más de información, podría entenderlo.
Otro trueno más y me sacudí entre sus brazos, como una niña de tres años.
Él cerró sus brazos entorno a mí y escondí la cara en su pecho. Sólo así, oliendo su aroma, podría llegar a calmarme.
—Ya pasará —susurró—, ya pasará...
—No, no pasará. Nunca pasa. Nunca acaba.
—Estará todo bien. Haré que así sea, lo prometo —susurró sobre mi cabeza.
Comencé a negar con ella de manera excesiva. Las lágrimas ardían y amenazaban con salir nuevamente, pero era estúpido. Juré que eso no volvería a afectarme; y aquí estoy.
—Hey —interrumpió mis movimientos, tomándome por las mejillas y subiendo mi mirada hacia él—. All... Juro que haré todo lo que me sea posible para hacer que te encuentres bien. Más que bien.
—Tú ya no puedes hacer nada al respecto, Connor —sentencié en un murmullo—. Ya es tarde.
—¿Demasiado tarde hasta para esto? —preguntó, inclinándose y rozando sus labios con los míos. Cuando finalmente se unieron, la lluvia repiqueteó más fuerte contra el cristal de la ventana.
Connor me abrazó mientras nos repartíamos besos y caricias el uno al otro.
Él me sostuvo hasta que logré estabilizarme.
Él estuvo allí hasta que me dormí en sus brazos, en medio de las lágrimas que alcanzaron el objetivo de huir de mí y manchar su camiseta.
Él, sencillamente, me apoyó como nadie lo había hecho antes.
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Yo no fui
Teen FictionAllison Donnovan es conocida por causar problemas desde que es pequeña. Teniendo cinco años hizo explotar el microondas de su cocina. A los ocho años, incendió el baño de su casa. A la edad de diez, hizo que toda su ropa cayera por el desagüe de su...