Capítulo 7

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Cuando desperté intenté tocar a Jeiron, pero él ya no estaba en la cama, me levanté y froté mis párpados. Cuando quité mis manos, miré a Jeiron vestido con ropa limpia recargado en la pared con un vaso de jugo en su mano.

—Buenos días princesa, floja. —Dijo caminando a mi lado.

Se inclinó y me dio un beso en la frente, sonreí ligeramente.

—Buenos Días.

— ¿Por qué golpeaste a Evan?

Sabía que él tenía algo que decirme pero no creía que fuera eso. Me levanté de la cama mientras pensaba que responder.
Decidí decirle la verdad, la confianza era algo importante.
Sin embargo, en ocasiones me olvidaba de eso. Cuando terminé levantó la ceja y luego entrecerró los ojos.

—Entonces se lo merecía -Dijo tomando mi mano.
Le di un beso en la mejilla.

Me levanté y caminé al baño, cuando salí Jeiron ya había llevado el desayuno. Él era tan atento y detallista, era maravilloso.

—Aliméntate.—Dijo guiñando el ojo.

Comí rápidamente mientras él estaba sentado a mi lado, le ofrecí de mi pan dio una pequeña mordida y después salió de la habitación.

—date prisa tenemos que salir pronto.

Miré mi pantalón afortunadamente no tenía ninguna mancha me lo puse rápidamente encima de la ropa interior que Jeiron  me había dado. Al buscar mi camisa me di cuenta que se había mojado, así que me puse la de Jeiron me quedaba enorme así que la metí debajo del pantalón.

—Hace frío te congelarás, Eileen. —Dijo mirándome.

—No tengo suéter. —Dije mientras tomaba mi celular y lo metía al bolso trasero del pantalón.

—Ten. —Habló y me dio su suéter gris.

No quería tomarlo, pero él insistió.

—No te puedo dejar sin suéter, eres mayor y te puedes enfermar.

—muñeca malvada, no te preocupes tengo una chaqueta en el auto, ahora camina.
Me puse el suéter era enorme a mi lado, pero no le di importancia. Abrió la puerta del auto y entré, me recargue en su hombro todo el trayecto llegamos a la puerta del colegio, le di un beso luego tomé la mochila y bajé del auto.

—Te amo. —Gritó mandándome un beso.
Hice lo mismo y caminé hacía la puerta. Justo cuando iba a entrar alguien me tomó del brazo. Mi corazón latió demasiado fuerte al ver a la persona qué tenía en frente de mí.

—Hola Eileen. —Dijo y después me soltó.

—Tú... Tú... ¿Qué haces aquí? —Dije tartamudeando.
Estaba demasiado sorprendida nunca imaginé qué ella haría eso.

—Eileen por favor. —Tartamudeó un poco.

Me di la vuelta, caminé un poco y volteé hacia atrás miré a la chica parada amarró su cabello y se fue. Deseé que no volviera no quería volverla a ver. Caminé hacía el salón intenté poner atención en las clases, pero no podía sentía demasiados nervios, sabía que algo malo estaba pasando.

— ¿Qué te pasa? —Preguntó Tadeo.

—Nada. —Respondí.

Sentía que mi cabeza iba a explotar en cualquier momento estaba sentada y movía mis pies rápidamente.

—Estás moviendo las manos cómo loca, es obvio que algo te pasa.

—Ella está aquí.

— ¿Dónde? _Dijo mirando a todos lados.

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