Había ido con Evan al parque, me encontraba sentada en un columpio y él en el que estaba al lado, ya no me había vuelto a drogar aunque mi cuerpo y todo mi ser me gritaban que eso era lo único que necesitaba, Evan decía que tampoco, pero sinceramente aunque sabía que no era lo correcto, no podía creerle, todo parecía ir bien a pesar de todo lo que habíamos vivido los días anteriores. Nos columpiamos por algunos minutos más, hasta que miramos a un par de niños que se acercaron con intenciones de usarlos, como sólo había uno libre, miré a Evan, él movió la cabeza negando y entonces me tuve que poner de pie, caminé a su lado y él me haló para quedar sentada encima de él, colocó un mechón de cabello atrás de mi oreja y aprovecho para morderla.
― ¿has volado un cometa? ―Cuestionó.
―No. ―Moví la cabeza negando.
―Pero, ¿en qué clase de mundo has vivido, mujer? párate. ―Dijo.
Miré como caminó con dirección a donde se encontraba un niño que tenía un cometa en la mano. Abrí la boca asombrada cuando Evan en menos de dos minutos caminaba con el hacia mi lado.
― ¿Cómo le hiciste?
―Se lo robe.
―Y si te creo.
―Me ofendes, cariño sabes que soy demasiado bueno.
―No te creo.
―Es verdad, Eileen, soy un maldito ángel hasta ahora lo más malo que he hecho es dejar morir a Pou.
― estás loco y eres un mentiroso. ¿Qué le diste a cambio?
―Se lo pedí y como es un buen niño, me lo dio, ven vamos a usarlo, pero primero deja te columpio Lucifer, agárrate bien. ―Dijo y segundos después comenzó a empujar el columpio.
Eso fue un momento lindo.
Minutos después Tomé su mano y caminamos un poco, miré con detenimiento como se iba elevando, pero eso sólo fue por algunos minutos, Evan recibió una llamada y lo dejo caer para contestar el móvil.
―Vámonos. ―Dijo.
Me tomó de la mano y caminé junto con él.
― ¿Quién era?
―Nadie, pero ya estoy cansado, tengo ganas de ir a dormir.
―Estás envejeciendo Evan. ―Comenté.
―Y tú también Eileen,
―Tú más.
―Pero yo parezco más joven que tú. ―Comentó y sacó la lengua de manera juguetona, puse los ojos en blanco y pellizque sus mejillas una vez más.
Evan era fanático de mostrar la lengua en ocasiones de manera traviesa, se miraba lindo aun cuando hacia eso. Se miraba lindo cuando levantaba la ceja o fruncía el ceño, aunque realmente lo que más me gustaba de él era la manera coqueta en la que guiñaba el ojo, yo amaba que hiciera eso. Yo amaba todo de él y estaba segura que eso jamás iba a cambiar.
llegamos al apartamento, tomó el conejo entre sus brazos, tomó una manzana y lo estuvo alimentando con mucha paciencia, decidí que tenía que tomar el móvil y hacerle una fotografía lo más rápido que pudiera, puso los ojos en blanco cuando se dio cuenta, pero segundos después sonrió. Guardé el móvil y busque mi libro para terminarlo de leer, entre todos los que en había dado iba a Orgullo y prejuicio, di un suspiro mientras leía un dialogo de Darcy.
― ¿estás enamorada de Darcy? ―Cuestionó.
―Sí, ¿Quién no se enamoraría de Darcy?
―Yo a mí, no me gusta.
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ABISMO
Diversosy me subía al cielo, sólo para dejarme caer al abismo. ABISMO: 16 Primer actualización: 18/03/2020