― ¿Evan, me amas?
― ¿otra vez esa maldita pregunta? ―Cuestionó mientras jugaba con su encendedor.
encendía y soplaba la llama para apagarlo, había repetido esa tarea más de cinco veces, estaba sentado con un vaso de alcohol en su mano, si, estaba dejando de inhalar y de inyectarse, pero había aumentado su manera de beber, lo miraba, mientras hacía todo lo posible para no hacer ningún comentario que terminara en una terrible discusión.
― ¿Por qué mierda me miras de esa puta manera? ―Dijo con tono de enfado.
Abrí la boca ofendida, no entendía porque demonios hasta el maldito hecho de que lo mirara le molestaba, puse los ojos en blanco y me puse de pie para alejarme de él.
― ¿A dónde vas? ―Dijo.
― ¿Qué mierda te sucede?
― ¿a ti que mierda te sucede? ¿Por qué mierda me miras como si quisieras decirme algo? ¿Quieres decir algo? dime toda la mierda que quieras, ya estoy acostumbrado a que lo hagas. ―Dijo y terminó el trago que había en su vaso.
― ¿para qué mierda digo algo? al final de cuentas ni siquiera te importa lo que digo.
―Tienes razón, mejor no me digas nada.
―Vete a la mierda.
―Vete tú primero y allá me esperas.
― ¿Por qué estás enfadado?
―Por nada, ¿tengo algún motivo para estar enfadado? ¿No me has dado ni uno o sí? Últimamente te has portado muy bien, ¿no es así?
―que yo sepa no te he dado ningún motivo. ―Dije.
―Ese es tu puto problema, siempre te haces la puta idiota.
― ¿ahora qué mierda hice? ―Grité.
―Nada, tú nunca haces nada. ―Dijo. ―Tú eres tan puta perfecta que nunca haces nada mal.
―No soy perfecta, pero tampoco soy una mierda como tú.
Mordió su labio y prácticamente me ignoró, hice algún para de preguntas para intentar entender cuál era el motivo de su enfado las cuales ignoró.
― ¿Por qué mierda actúas como un puto idiota? ―Grité.
―Por la misma manera que tú actúas como una maldita puta. ―Dijo.
―Deja de llamarme puta, ¿quieres?
―No quiero, ¿Por qué mierda dejaste que el maldito de Adrián te trajera a la puta casa? ―Gritó.
― ¿por eso estás enfadado? Es solo un amigo.
―Tú lo miras como un amigo, pero él no te mira de esa manera, ¿amigo? una mierda Eileen, ese hijo de puta sólo quiere estar entre tus putas piernas. ―Gritó.
― ¿y que, si eso es lo que quiere?
― ¿Cómo que, qué?
―Es que eso no importa, a mí no me importa lo que él quiera, me importa lo que yo quiero, y a él único hijo de puta que quiero tener entre mis putas piernas eres tú, pero no entiendo porque mierda aun no puedes aceptar eso.
Él sonrió y lamió su labio.
― ¿de verdad soy el único al que quieres tener entre tus putas piernas? ―Dijo.
Se acercó a mí, di un paso hacia atrás, pero él me haló y me pegó a su cuerpo de manera violenta.
― ¿de verdad soy el único?
ESTÁS LEYENDO
ABISMO
Randomy me subía al cielo, sólo para dejarme caer al abismo. ABISMO: 16 Primer actualización: 18/03/2020