Iba caminando lentamente hacia mi lugar de trabajo, tropecé con alguien he hice un gesto de desagrado al mirar a Zeus, él dio un trago a su café y sonrió un poco.
―Buenos días. ―Saludó amable.
Hice un gesto al darme cuenta que sólo me decía muñeca cuando estaba cerca de Evan.
―Hola. ―Dije.
―Eres linda, manda a Evan a la mierda y quédate conmigo, tú te verías mejor conmigo que con él, acéptalo muñeca, mereces algo mejor.
― ¿y tú eres ese algo?
―Soy una mierda, pero aun así soy mejor que él, créeme yo no te haría llorar o tal vez sí, pero no por los mismos motivos, ¿Qué te parece mi oferta? aprovéchala hoy porque tal vez mañana cambie de opinión.
Abrí la boca sorprendida, él había enloquecido yo nunca iba a estar con una persona tan desagradable con él, con una persona que no aceptaba la responsabilidad de sus errores y culpaba a los demás, con una persona que decía que no le agradaba alguien y aun así le pedía ayuda a esa persona, hizo un chasquido con su boca y su mirada me hizo sentir un poco incomoda.
―Yo te conozco. ―Dijo mirándome. ―Yo sabía que tus preciosos ojos ya los había visto.
―Claro que no.
―Claro que sí, yo sé perfectamente quien eres. ―Dijo mientras sacaba un paquete de gomas de mascar.
― ¿Quién soy?
―La novia de Evan, la chica con la que él quiere casarse, pero no se lo voy a permitir.
― ¿Por qué?
―Porque él no te merece y yo sí. Te quiero para mí.
―Ya no quiero volver a verte. ―Dije.
Realmente estaba cansada de verlo todos los días al parecer, él sólo pasaba ahí para encontrarme y molestarme, estaba segura que aunque no me lo dijera ese era su deporte favorito. Coloqué un mechón de mi cabello atrás de mi oreja, de un momento a otro me haló y me recargó en una pared, no entendí su comportamiento.
― ¿Por qué lo hiciste?
―Ese niño venia corriendo con intenciones de golpearte y pasar por encima de ti y si hay alguien que tiene pasar por encima de ti además de Evan seré yo.
―Creo que tus deseos conmigo no se cumplirán lo mejor es que cambies de objetivo. ―Dije empujándolo. ―Y si vuelves a molestar a Evan te cortare el cuello.
― ¿crees que tus amenazas me dan miedo? Eso sólo hace que no quiera detenerme nunca. Y mi objetivo siempre vas a ser tú. ―Ya me voy, ya voy demasiado tarde. ―Dijo mientras miraba su reloj. ―Mis alumnos han de estar felices por eso, y como tú me has hecho enfadar hoy les hare un maravilloso examen sorpresa, les diré que te lo agradezcan.
― ¿eres maestro? ¿Qué enseñas? ―Pregunté con un poco de curiosidad.
La verdad es que jamás había imaginado que él era un maestro, yo creía que ni siquiera trabajaba realmente me sorprendió.
―Enseño todo lo que quieran ver y aprender. Enseño química y Biología.
― ¿química?
―Esta semana les enseñe a preparar metanfetaminas para que pongan su propio negocio.
―Y si te creo.
―No es una broma, nos vemos después que voy a ir a mirar ángeles.
―Son menores de edad.
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ABISMO
Randomy me subía al cielo, sólo para dejarme caer al abismo. ABISMO: 16 Primer actualización: 18/03/2020