Miré le fecha en el calendario, en años anteriores a esa hora los gemelos probablemente estaban lanzando una moneda al aire para ver a quién le iba a bailar la bailarina primero y yo probablemente estaría en una tienda escogiendo los regalos, pero ya todo había cambiado, yo estaba mirando una fotografía que tenía con Tadeo, la fotografía que nos habíamos tomado la última vez que estuvimos juntos, derramé algunas lágrimas mientras miraba su sonrisa, su recuerdo aún seguía demasiado presente en mi mente, sentí que ni teniendo toda una maldita eternidad iba a poder olvidar su amistad. La amistad de Tadeo había sido una de las mejores cosas que había tenido en mi vida, y como siempre lo había perdido. Tomé el celular y leí los últimos mensajes que le había enviado y los cuales él no había respondido, había momentos en los cuales olvidaba que él ya no estaba y que por más que lo deseara jamás iba a volver a estar y escribía mensajes que nunca iban a ser leídos. ¿Por qué se van demasiado rápido las personas que deberían de ser eternas? ¿Por qué se van sin ni siquiera despedirse? ¿De qué manera se llena el vacío que dejan con su ausencia? ¿El dolor en algún momento terminara o simplemente intentaras vivir con él? tenía miles de preguntas, algunas tal vez ni siquiera tenían repuesta, otras tal vez tenían demasiadas.
yo me encontraba recordando a Tadeo y todos los momentos que habíamos vivido juntos, desde las peleas por cualquier tontería y las pocas confesiones que recordaba esas que nos hacíamos cuando estábamos ambos completamente ebrios, sus abrazos, las risas, deseé que esos recuerdos nunca desaparecieran de mi vida aunque me dolieran. Hice una llamada a Uriel, sólo quería saber de él, pero en las últimas semanas, aparecía y desaparecía sin decir nada.
― ¿Qué estás mirando? ―Cuestionó Evan. ― ¿se siente de la mierda verdad? Miras las malditas fotografías mientras te preguntas, ¿de qué manera pudiste haber salvado su vida? Pero eso no es tu culpa.
―y si eso lo sabes, ¿Por qué te has estado castigando por tanto tiempo por el suicidio de Andrea?
―Porque no es fácil aceptarlo y más cuando toda la maldita gente de tu alrededor te responsabiliza por eso, pero ese no es tu caso, a ti afortunadamente nadie te culpa por eso en cambio a mí todo el puto mundo lo hizo.
―Pero...
―Fue su decisión así lo hubieras sabido, no hubieras podido hacer nada para evitarlo, esa es la única puta realidad.
―Pero no puedo dejar de estar triste, era mi mejor amigo.
―Y tú eres mi novia y el amor de mi vida y ya no quiero verte triste, levántate de la puta cama si no quieres que me acueste contigo.
― ¿A dónde iremos?
―A dónde quieres ir.
Estaba de pie junto a la tumba, miré la fecha 15 de mayo 2019 y di un suspiro mientras deseaba poder regresar el tiempo y evitar que él se marchara, Evan estaba alejado a unos centímetros de mí.
―Feliz cumpleaños, te he extrañado copia, de verdad que si, a veces tengo la esperanza de que me llamaras o recibiré algún mensaje tuyo con algún video de comedia, llevo todos estos malditos días deseando que todavía estuvieras aquí, ¿Por qué? ¿Cuál fue el motivo? ―Hice una pausa mientras daba un suspiro. ― ¿recuerdas que dijiste que en algún futuro casaríamos a nuestros hijos y seriamos parientes? ¿Recuerdas que dijiste que un mejor amigo no te rompería el corazón? ¿Entonces, por qué lo hiciste? desearía que volvieras por solo algunos momentos y poder mirarte de nuevo.
Sentí la presencia de alguien, me volteé de inmediato y miré a Uriel, que llevaba una caja de pastel en la mano, su apariencia estaba deteriorada, el brillo que en algún momento había en su mirada, había desaparecido sin dejar ningún rastro de que alguna vez había estado ahí.
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ABISMO
Randomy me subía al cielo, sólo para dejarme caer al abismo. ABISMO: 16 Primer actualización: 18/03/2020