Capítulo 117

93 8 0
                                    

Me había mantenido a una considerable distancia del lugar donde se encontraba reunida la familia de Lidia, no quería que su madre o su hermano fueran a reaccionar mal en contra de mí cuando me volvieran a mirar, podía escuchar algunas oraciones mientras sentía que mi mundo se estaba destruyendo una vez más.

Eso me estaba destruyendo, el dolor me estaba matando y lo peor de todo es que mi organismo se estaba negando a llorar, no pude evitar mis deseos de ir a su lado y me olvidé por completo de su madre y su hermano y de todos, abracé el ataúd con fuerza, mientras miraba a la chica vestida de color rojo. Su madre tenía razón, yo tenía que estar en su lugar, ella tenía el futuro para poder tener una buena vida y yo no, mi vida hace mucho tiempo atrás que había dejado de tener sentido.

—No me dejes. Perdóname. —Susurré antes de que Aidan me apartará de ahí.

Y sí tenía culpa, sí yo no la hubiera llamado para contarle que Evan se había marchado, ella no hubiera ido a buscarme y en ese momento todavía estuviera con vida.

Rogué al cielo que todo eso fuera una pesadilla, pero el cielo no escuchó mis oraciones ese día y ni en ningún momento de mi vida.

Y aunque quería quedarme más tiempo ahí, Marinna no me permitió que lo hiciera y me sacó como pudo de ahí.

Un día después, me puse de pie porque tenía que hacerlo y no porque quisiera, volví a colocar la fotografía en la pared y salí de la habitación, Nadia me miró por un par de segundos y sin decir absolutamente nada se retiró de la sala, pero se detuvo.

— ¿Por qué siempre destruyes todo, Eileen?

—Nadia.

—Lo hizo mamá, todo el puto mundo le dijo que esa puta relación no tenía sentido y a ella no le importo absolutamente nada, te trato de la mierda cuando intentaste detenerla y ahora está aquí como si nada hubiera pasado. ¿Qué mierda sucede con ella? Todo el puto tiempo ha sido así, ¿Por qué mierda se enamora de personas que no la quieren? ¿Por qué es tan estúpida? Se enamoró de Evan sabiendo que era igual de puto adicto que el puto de Mateo que sólo se aprovechó de ella porque era menor de edad, le dijiste que no lo hiciera y a ella no le importo nada.

—Nadia, cállate por favor. —Dijo Marinna.

—No, estoy cansada de ella, Jared se metió en problemas con Mateo después de que él publicará sus putas fotos y por eso se tuvo que ir de la puta casa y lo peor de todo es que ella siguió con él, ¿Por qué no le dices a su puta madre que venga por ella y así nos deshacemos definitivamente de ella? No tienes por qué seguir lidiando con problemas que no son tuyos. Y como sé perfectamente que tú no puedes hacerlo, la puta y adicta mayor está por llegar.

Escuché que tocaron la puerta.

—Ya llegó y sí ella no se va de esta puta casa, lo haré yo. Eileen a destruido todo madre y sí me mantengo cerca de ella, mis deseos de matarla solo aumentarán.

—No abras esa puta puerta, Nadia. —Dijo Marinna y pude ver cómo le dio un golpe a Nadia en el rostro. —No te atrevas a hacerlo Nadia.

— ¿Por qué no entiendes que ella ha destruido todo? Tú no tienes la culpa de que tu mejor amiga haya preferido a un puto adicto antes de que a sus putos hijos, por su culpa Olga murió, ¿Por qué no lo entiendes? Ella destruyó todo.

—Nadia, Olga no murió por eso y tú lo sabes perfectamente, y no abras esa puta.

— ¿Marinna?

—No Monica, vete de mi casa, tú no tienes nada que hacer aquí, por favor vete de aquí.

Y ahí estaba enfrente de mí, mi versión mayor, los mismos ojos y el mismo comportamiento destructivo y la persona que había sido la primero en comenzar a destruir mi vida.

ABISMODonde viven las historias. Descúbrelo ahora