Capítulo 106

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Me encerré en el baño de la habitación, escuché a Evan gritar y golpear la puerta, me recargue en la pared, toqué mi vientre por unos segundos, realmente sentía qué no me merecía lo qué Sarah y Selene me habían hecho, no había sido justo. Mi corazón se sentía más roto que nunca.

Realmente la mayor parte de las cosas qué habían sucedido en mi vida no habían sido justas, sentía que ya no tenía deseos de absolutamente nada, limpié mis lágrimas, pero fue inútil estaba destrozada una vez más, tal vez siempre había estado rota, pero en ése momento dolía cómo nunca antes había dolido.
Me senté en el piso, abracé mis rodillas y lloré otra vez, sólo deseé por un segundo que ésa vez fuera la última. Moví la cabeza negando al dame cuenta  que la dosis de droga no había cumplido completamente con su misión

—Eileen. —Escuché. —Por favor cariño, abre la puerta. 

Fingí no escucharlo, fingí no oír sus gritos llenos de desesperación, estaba enojada con él, quería tener el suficiente valor para salir de ahí y poder terminar definitivamente con esa relación.

¿Por qué las lágrimas nunca terminan? Quería tener el poder de no llorar aún que me estuviera muriendo del dolor.

Si hubiera nacido con el poder de no llorar tal vez mi vida hubiese sido mejor.

—Abre la puerta Eileen, por favor no te lastimes otra vez, ya no te hagas más daño, por lo que más quieras no te vuelvas a lastimar, yo te amo, yo en verdad lo siento.

Parecía sincero, pero él era experto en engañar y yo ya estaba enfadada de creerle. No ganaba nada bueno creyendo en Evan.

La gente dice que no es bueno desear el mal, pero es algo estúpido, en ese momento lo único que deseé es qué ellas sintieran  dolor un millón de veces más del que yo sentí porque había sido algo realmente cruel, yo no las había lastimado. Me puse de pie y abrí la puerta. Evan intentó abrazarme, aparté su mano de inmediato y lo evadí.

— ¿Por qué mierda estás enfadada conmigo?

—No quiero hablar contigo.

— ¿Por qué?

No respondí.

— ¿Por qué? —Preguntó.

—Porque por tu culpa ellas me dieron esas putas pastillas, porque has arruinado mi vida, porque ya no te amo como el primer día, no quiero hablar contigo porque ya no te amo, no quiero seguir contigo, no quiero seguir perdiendo mi tiempo con un puto adicto.

— ¿Por qué sigues con la mierda de que yo arruine tu puta vida? Yo no soy tu puta madre ni tu puto padrastro que abusó de ti Eileen, yo no soy el puto responsable de que tú puta vida esté arruinada, grabate eso en tu puta cabeza.

—Tú arruinaste más mi vida Evan  y por eso yo arruinaré más la tuya.

— ¿Cómo piensas hacerlo? ¿Crees que puedes hacer, algo qué me afecte?

—Voy a terminar contigo, sé que aunque no te guste aceptarlo me amas y sé que dejándote es la única manera de joderte la vida.

— Mírame Eileen, ¿Crees que aún puedes joderme más? Por si no te has dado cuenta, ya no hay otra puta manera, no puedes joderle la vida a alguien que ha vivido la mayor parte del tiempo de esa puta manera. Así que has lo que se te de tu puta.

—Puedo joderte más Evan, terminaré contigo y llegará un momento en el cuál tu único puto deseo será morir.

— ¿Por qué te drogaste tanto?

— ¿Sabes por qué comencé con toda esta puta mierda? Por tu puta culpa, por un momento creí que si de verdad me amabas no te iba a gustar mirarme de está puta manera, por tu culpa, tú me hiciste pensar que de está manera mi dolor iba a terminar.

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