Capítulo 42

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Aunque le había enviado mensajes a Nadia, ella no me los había respondido al parecer había cambiado de número, no entendía que era lo que estaba pasando, Marina tampoco había respondido ni uno de mis mensajes, eso me hacía sentir mal, quería arreglar esa situación, pero no sabía cómo hacerlo.

Iba caminando junto con Diane, pensando en tal vez un día ir a la casa y hablar con ella y pedirle que me entendiera, aunque fuera un poco, aunque sabía que eso era casi imposible.

― ¿Qué pasó con mi cita? ―Preguntó interrumpiéndome.

―No lo sé, te meterás en problemas con su novia.

―No me importa, yo quiero una cita con él. ―Hizo un gesto tierno y sonreí por eso.

Caminamos hasta la biblioteca, teníamos que hacer una investigación, en cuanto llegamos buscamos los libros y comencé a leer un poco, realmente comenzaba a enfadarme esa carrera, sinceramente estaba arrepentida de haber escogido esa, mi memoria estaba más mal que nunca, ya que cuando pasaba la página no recordaba ni un poco de lo anterior, decidí descansar un poco y comencé a escribir en la libreta.

― ¿Esos corazones son tus apuntes? ―Preguntó mientras observaba mi libreta.

―No, es que no puedo pensar en otra cosa. —Respondí y sonreí.

―Quiero enamorarme más que tú. ―Dijo Diane.

Estaba segura que un amor de esa manera, era hermoso y dudaba de que existiera un amor más grande del que yo le tenía a Evan.

― ¿Qué sabes de una chica que se llama Carla? ―Susurró.

Después de responderle, di un suspiro aliviada al saber que ya no tenía que discutir con ella.

― ¿Por qué? ―Pregunté.

―Dice que eres una puta y le quitaste el novio, que está pensando hacerte lo mismo

No podía creer que todavía siguiera con el mismo cuento después de tanto tiempo, pero mucho menos podía creer que se le estuviera ocurriendo la idea de meterse con Evan, eso si no lo iba a permitir.

―Oye no te pongas así, ella no puede competir contigo.

―Eso ya lo sé voy a terminar perdiendo.

Hice un gesto cuando miré que un chico nos hizo señas para que nos calláramos, me despedí de ella y guardé mis cosas, necesitaba salir de ahí, lo primero que hice fue hacerle una llamada a Evan, pero él no me respondió, pasé a un súper y compré una botella de agua, dejé de pensar en eso y decidí ir al centro comercial a comprar un par de pantalones y algunas camisas, Evan me había comprado un poco de ropa, necesitaba más, entré a una tienda y después a otra, sinceramente no quería estar ahí, pero quería distraerme un poco, en esos momentos creía que las chicas que habían ido al apartamento tenían razón y Evan me iba a dejar y aunque intente alejar esos pensamientos de mi mente no era posible, cuando recibe su llamada, la respondí de inmediato.

― ¿Qué estás haciendo? ―Preguntó.

―Estoy en la plaza comprando ropa, ¿y tú?

―Nada, te amo. ―Respondió.

Al escuchar eso, decidí olvidar mis celos sin sentido, le mandé un beso después de que él hiciera lo mismo, luego de que comprara lo que necesitaba, fui a comer, pensé en pedir la comida para llevar, pero preferí quedarme ahí.

Estaba mordiendo mi hamburguesa, cuando un chico se paró enfrente de mí. Lo miré por unos segundos.

―Hola, ¿me puedo sentar?

Quería decir que no, pero en lugar de eso moví la cabeza aceptando, él sonrió y se sentó.

― Te he visto en la universidad. ―Dijo.

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