— ¿Piensas saltar? ¿Cuánto tiempo crees que tardes en caer?
—No lo sé. ¿Cuánto tiempo crees que tarde en caer?
El chico solo sonrió, no supe de qué manera, pero de un momento otro se encontraba sentado en el borde del puente.
— ¿Quieres que salte para que cuentes cuantos segundos tardó?
— ¿Estás loco?
— ¿Tú qué crees?
—Creo que tengo que buscar otro maldito puente, has arruinado mi día queriendo buscar protagonismo, ¿Quién te crees que eres? ¿Por qué no te ocupas de tus asuntos?
—Son aburridos y tus asuntos me parecen más interesantes.
Él desconocido, se bajó del borde y me miró por algunos segundos, escondí mis manos en la bolsa de mi pants cuando me di cuenta de que sonrió y movió la cabeza en señal de negación, y luego su vista se detuvo en mi brazo exactamente en la pequeña parte en la cual se encontraban las pequeñas marcas que las agujas habían dejado.
—Estoy cansada de que todo el puto mundo me haga como se le dé su puta gana, conocí a un tipo, y luego conocí a otro tipo que se parecía al primer tipo y me enamoré de él, y luego una de sus putas me dio unas pastillas para ocasionarme un aborto y después... Mi vida siempre ha estado en la mierda y estoy jodidamente cansada y aburrida de todo, lo he intentado tantas veces, pero ya estoy hasta la mierda, ya no lo soporto, quiero llorar, llevo días intentando llorar y no puedo. Creo que prefiero terminar con esta mierda de vida antes de que esta mierda de vida termine conmigo, prefiero que sea así, quiero que sea así.
Él trago saliva y llevo la mano hacia atrás de su cuello.
— ¡Mierda! —Exclamó el chico y lamió su labio. — ¿Quieres que tome tu mano?
— ¿La soltarías?
Él movió la cabeza aceptando.
—Me quedaría contigo para que no te sientas que aun en el final estas sola.
Quité el cabello que se encontraba en mi cara debido al fuerte viento que hacía y me tomé un par de segundos para mirar al chico, era alto y tenía unos ojos, que de inmediato me recordaron los de Evan, pero su expresión era diferente.
Realmente estaba en verdaderos problemas, no podía seguir buscando en cada desconocido algún detalle que me lo recordaran, eso no era sano y tampoco era lo correcto.
— ¿Quieres decirme tu nombre?
— ¿Por qué?
—Para incluirte en mis oraciones. —Dijo.
— ¿Rezas?
—No, pero rezaré por ti.
— ¿Por qué?
Él sonrió, pude notar que llevaba un pequeño tatuaje en uno de sus dedos.
— ¿No quieres que lo haga? Yo que estaba dispuesto a aprender a rezar por ti, estaba a punto de volverme creyente, pero si no quieres, no lo hago. Pero si quieres por ti me vuelvo creyente, mujer.
Di un suspiro, volví a mirar hacia abajo y me di cuenta de que no tenía ni la menor idea de cómo había llegado hasta ese lugar, tenía breves recuerdos, pero eran tan confusos e incluso borrosos. Realmente ya estaba comenzado a tener severos problemas con el abuso de las sustancias.
— ¿Dónde vives?
Sonreí.
—No tengo ningún lugar a donde ir, ya no quiero estar en ningún sitio, solo quiero no estar.
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ABISMO
De Todoy me subía al cielo, sólo para dejarme caer al abismo. ABISMO: 16 Primer actualización: 18/03/2020