Capítulo 84

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Evan estaba enfrente de la ventana mirando con demasiada atención la lluvia caer, había una tormenta demasiado violenta, parecía que en cualquier momento iba a terminar con toda la ciudad, cuando escuche un trueno, di un pequeño grito y corrí acercándome a donde se encontraba.

―Ya te estabas tardando. ―Comentó. ― ¿a los brazos de quien vas a correr cuando yo no esté aquí?

―Yo siempre voy a correr a tus brazos, yo sólo deseo estar siempre entre tus brazos, sólo en los tuyos.―Comenté mientras tomaba su rostro entre mis manos. ― ¿en qué estás pensando?

―No lo sé.

― ¿de verdad te gusta tanto mirar la lluvia? ¿Por qué?

―Es lindo mirar como cae. ―Dijo y dio un par de besos en mi mano ― ¿quieres darme un beso bajó la lluvia? Es un sueño, ¿puedes cumplirlo?

― ¿un beso bajo la lluvia? Creo que eso sería jodidamente perfecto y maravilloso.

― ¿Qué estás esperando? ―Cuestionó.

―Nada.

―Entonces vamos, te invitó a besarnos bajo la lluvia. ―Dijo y tomó mi mano.

Lo seguí, subimos a la azotea del edificio, mi piel se estremeció al sentir las gotas de lluvia sobre mi cuerpo, estaba demasiado frio, Evan se colocó atrás de mí y me abrazó mientras besaba mi cuello, caminamos a refugiarnos en un pequeño techo que había.

― ¿sólo querías un beso? ―Dije, me di la vuelta y comencé a besarlo.

―Quiero todos los besos que me quieras dar.

Colocó su mano en mi cintura y comenzó a besarme de manera intensa...

― ¿Qué más quieres? ―Cuestioné mientras besaba su cuello.

De una manera inexplicable, el frio que había tenido en un principio había desaparecido convirtiéndose en calor, era extraño, pero eso había sucedido.

― ¿Qué quieres, Evan? dilo.

―Terminar de corromper tu alma y tu precioso cuerpo.

―Hazlo, termina de corromperme hasta el alma. ―Susurré.

Evan continuó besando mi cuello mientras internaba su mano bajo mi ropa.

― ¿querías un beso o una cogida? ―Cuestioné. ―Lo hacemos rápido. ―Dije y sonreí.

―Mejor no.

― ¿Por qué no?

―Te puedes enfermar.

― Tienes razón además, nos puede caer un rayo. ―Comenté.

―Aquí lo único que va a caer, va a ser mi verga en tu...

―Cállate. ―Comenté mientras colocaba mi dedo en su boca.

―Soy adicto a tus besos, quiero ser siempre adicto a tus putos besos. ―Dijo.

― ¿nunca te enfadaras de ellos?

―No, nunca, también soy adicto a cogerte, tú eres mi puta adicción. Mi única y maravillosa adicción. ―Susurró.

―Ya terminaste de cogerme, ahora cantemos una canción y bailemos como si estuviésemos completamente dementes. ―Dije tiempo después mientras él subía su pantalón.

―Creo que debí de hacerte caso. ―Comenté.

― ¿de qué?

―De no coger porque me podía enfermar. ―Dije.

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