Evan no me acompañó a la ceremonia de graduación ya que no quería tener problemas con mi madre o con Sebastián. Pero me marcó por la mañana para felicitarme y disculparse por no ir, aunque cuando salí, lo miré parado en una esquina con un ramo de flores y mi felicidad fue mayor. Marinna me detuvo para que no fuera a su lado, pero la ignore. En cuanto llegué a sus brazos me levantó y me dió un beso.
—Felicidades princesa, te quiero.
—Vamos a casa. —Dije.
Negó de inmediato y aunque yo le estuve insistiendo no quiso.
—Después te daré tu regalo.
— ¿Qué es?
Sonreí cuando me susurró, le di un beso y volví junto con Marinna y Nadia.
Por la tarde Marinna y Nadia ya tenían todo organizado para la reunión para festejar mi graduación.
Me sentía incompleta, me faltaba Evan.
Me alegré en cuanto miré a Sebastián llegar, deje de hablar con Tadeo y corrí a su encuentro para abrazarlo.
―Llegue tarde.
Su mirada era un poco triste, pero se esforzaba por ocultarla.
―Ves que si se pudo. ―Dijo. ―Tengo que ir a dejar esta maleta, ahora bajo.
Me dejo y volví con Tadeo en verdad es que esperaba que Evan entrara y que hubiera cambiado de opinión. Pero miraba a la puerta y él no llegaba.
― ¿A quién esperas?
―A Evan.
―De seguro se está drogando. ―Comentó July.
La miré furiosa por lo cruel que había sido con ese comentario, ella puso los ojos en blanco y se fue.
― ¿Se droga? ―Preguntó Tadeo.
―Claro que no, no le hagas caso.
Después de eso Sebastián bajó, se acercó a mí y Tadeo se marchó, parecía que Sebastián no le caía bien.
―Felicidades. ―Dijo y me dio un abrazo.
Después de un largo tiempo me soltó.
―Tu regalo. ―Habló mientras me daba un sobre.
Lo abrí emocionada y con ansias por saber lo que era, abrí la boca y grite cuando miré que era un boleto para ir a Londres.
― Oh por Dios, ¿Con quién voy a ir?
―Conmigo, nos vamos mañana, es la sorpresa de la que te he hablado, sólo dime que no te arrepentirás.
― ¿Es algo malo?
Sabía que esa pregunta estaba fuera de lugar era un viaje a Londres, era obvio que no iba a ser malo.
―Maravilloso, es algo perfecto.
Se fue de ahí, dejándome sola, con demasiada curiosidad y deseando que la tarde del día siguiente llegara pronto. Le mandé un mensaje a Evan y después de casi media hora respondió. Sin que nadie se diera cuenta subí a cambiarme y salí a buscar a Evan tenía que despedirme de él, ya que no lo iba a mirar por un tiempo. No era mucho, pero aun así lo iba a extrañar.
Tomé un taxi y al llegar al apartamento, Randy fue él que abrió la puerta.
― ¿Y Evan?
Al verlo, por la ropa que vestía me di cuenta que probablemente había estado dormido.
―No está, ¿Quieres esperarlo?
―Si.
―Pasa. ―Dijo y cerró la puerta.
Me quedé sentada mientras Brandon estaba en la cocina, luego de algunos minutos apareció con una lata de Coca-Cola, me la dio y se sentó en el sillón de enfrente.
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ABISMO
Randomy me subía al cielo, sólo para dejarme caer al abismo. ABISMO: 16 Primer actualización: 18/03/2020