—No. —Gritó aterrado. — ¡Mierda! No. Eileen, No.
Estaba recargada en la pared, miré la sangre corriendo por mi mano, todo había sido demasiado rápido, había hecho el corté y me había dejado caer. Estaba llorando, estaba arrepentida de haber actuado de esa manera, Evan estaba mirándome fijamente, cuando reaccionó después de algunos segundos, llevó las manos hacía sus ojos, lamió su labio y se sentó a mi lado. Estaba verdaderamente asustado, nunca lo había visto de esa manera y me sentí mal por él. Estaba asustado y preocupado.
— ¿Por qué hiciste eso? —Murmuró. — ¿Qué mierda sucede contigo? Déjame ver. —Dijo y tomó mi mano. — ¿quieres que vayamos a un hospital? ¿Llamo una ambulancia? ¿Por qué hiciste esa mierda?
—Sueltame, estoy bien.
— ¿Cómo mierda vas a estar bien? ¿Por qué mierda te hiciste eso? ¿Por qué?
—Estoy bien, no me toques.
La aparté de inmediato, no quería que me tocará, no entendía cómo se atrevía a hacer eso después de todo lo que había dicho.
— ¿Por qué finges que te importa? No me toques, no lo hagas. —Grité. — No te acerques más, no me toques.
—No estoy fingiendo, realmente me importa. Me importas, cariño.
—No me toques maldito Evan.
Él intento abrazarme, no dejé que lo hiciera, no quería, me puse de pie, limpié las mejillas de mi rostro y caminé con rumbo al baño, lavé mis manos, miré el camino de sangre que había dejado en el suelo, miré la herida sólo había sido un pequeño corte, pero estaba saliendo demasiada sangre. Me miré al espejo mientras intentaba entender el motivo de mi comportamiento, me miré al espejo con los ojos completamente llenos de lágrimas.
sentía que estaba en frente de una completa desconocida, esa no era yo, odiaba por completo en lo que me había convertido, limpié mis lágrimas, sentí pena por mí misma, me sentí verdaderamente estúpida, tomé un objeto que encontré cerca y lo lancé contra el espejo. Él espejo se hizo añicos igual que mi corazón.— ¿Qué mierda estás haciendo, Eileen? ¿Por qué no abres la puta puerta? Abre la puta puerta, Eileen. ¿Qué mierda sucede contigo? Deja de actuar de está puta manera. Abre la puta puerta, Eileen. —Gritó. —Por favor. —Dijo y comenzó a golpear la puerta.
Miré un trozo del espejo, lo tomé en mi mano mientras decidía si lo mejor era terminar de hacer el corte o hacer algo para que intentar detener la hemorragia, Evan estaba diciendo un montón de mentiras cómo era su costumbre, decidí ignorarlo, y concentrarme en mí y por primera vez en mi vida tomar una decisión correcta, no se trataba de Evan, se trataba de mí, estaba jodidamente agotada de intentar vivir.
Pensé que sí él seguía golpeando la puerta, lo más probable era que terminaría tirándola.Dejé correr el agua en la tina, había tomado la decisión, que tal vez no iba a ser la mejor para su corazón, miré mi mano que aún estaba completamente manchada de sangre, miré mi ropa, limpié mis lágrimas una vez más, me sentía terriblemente mal, no sabía cómo hacerle para sentirme de otra manera.
—Abre la puta puerta, Eileen. —Gritó.
— ¿Por qué?
—Abre la puta puerta, sólo házlo, por favor.
—No quiero estar contigo, lárgate. Déjame en paz, vete a la mierda.
—Perfecto, me voy a la mierda. —Gritó.
—Hazlo, vete a la mierda hijo de puta. —Grité.
—A la mierda contigo, jodete maldita loca.
Minutos después abrí la puerta, miré a mi alrededor, él ya se había ido, se fue sin darle importancia a lo mal que me encontraba en ese momento, Evan se fue y me dejó completamente sola en un lugar completamente desconocido, moví la cabeza negando, mientras intentaba entender porque me había llevado hasta ahí si no tenía intenciones de quedarse conmigo, ignoré el dolor que sentía mi herida y me dí cuenta que el dolor de mi corazón era mucho mayor. Dolía, tomé una camisa y la coloque en mi mano.
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ABISMO
Randomy me subía al cielo, sólo para dejarme caer al abismo. ABISMO: 16 Primer actualización: 18/03/2020