Terminé de dibujar una flor en la orilla de mi cuaderno, dibujé un corazón y coloqué una letra E adentro, el profesor explicaba su clase y yo fingía poner atención, físicamente estaba ahí y mentalmente estaba pensando que le iba a regalar a Evan, faltaban dos días para el día de san Valentín y yo aún no tenía mi regalo y eso me preocupaba. Eliminaba una idea tras otra y terminaba como el principio. Me concentré en anotar algunos puntos que considere importantes y necesarios. Mientras mi mente seguía trabajando a un nivel al cual no estaba muy acostumbrada.Las clases terminaron y lo que hice fue caminar al baño, en mi trayecto me encontré a July, ella había puesto una distancia entre las dos desde que mi relación con Evan había comenzado, la distancia era demasiado grande que en ocasiones nos encontrábamos y ni siquiera hablábamos, pasó un lado de mí sin saludar y yo también lo hice. Eso no era lindo. La extrañaba y lo peor de eso era que la miraba casi diario.
Cuando salí de uno de los cubículos, saqué del bolso trasero de mi pantalón una pequeña dosis de cocaína, llevaba dos días sin consumir, no porque no quisiera si no porque Evan no me permitía hacerlo.
Lave mis manos y justo cuando levanté la mirada, pude mirar a July que estaba atrás de mí.
―Esperaba que todo eso fuera rumores. ―Comentó.
Estaba por salir sin responder a su comentario, cuando ella me tomó del brazo deteniéndome.
― ¿de verdad dejaste a Jeiron por esa porquería de Evan? ¿Piensas seguir desperdiciando tu vida con él?
Puse los ojos en blanco, por un momento pensé en golpearla por haberlo llamado así.
― ¿quieres golpearme, no es así? piensas golpearte con cada persona que diga la verdad respecto al Evan. ―Habló alterada.
―Vete a la mierda. ―Dije empujándola.
―Detente, por favor aléjate de él va a terminar contigo.
―Tú no... ¿Qué mierda te crees que eres para decirme que es lo que tengo que hacer? Dedícate a vivir tu puta vida y déjame en paz. ―Grité.
―No soy nadie, pero esa mierda te está consumiendo, hazte un favor y deja de hacerlo, reacciona.
― ¿Ya terminaste?
Esa conversación me había enfadado, estaba cansada de escuchar lo mismo, opinaba que debían dejar de intentar cambiar mi vida y ocuparse en algo mejor, estaban exagerando miraban un problema donde yo estaba segura que no había nada, todo estaba bien, lo único mal eran sus comentarios.
Cuando llegué al apartamento, miré restos de líquido en una jeringa y en el piso pedazos de una fotografía. Al darme cuenta que no estaba en la otra habitación, me preocupe y le marqué.
― ¿Dónde estás?
―En el bar, ya voy a trabajar de día, ¿No te había dicho?
―No.
―Cuídate. ―Dijo.
―Para eso te tengo a ti.
Tomé los restos de la fotografía, definitivamente yo nunca había visto una sonrisa como la que Evan tenía cuando estaba con ella, di un suspiro y coloqué los pedazos encima del tocador, caminé hacia el baño, me observé al espejo, recogí mi cabello y sonreí al mirar la nota que Evan había dejado, la guardé en el bolso de mi pantalón.
Amaba esas notas de colores que Evan dejaba pegadas en cualquier parte del apartamento en ocasiones recogía más de dos, las notas las guardaba en un caja y las palabras en mi memoria. En ocasiones yo también le dejaba una pegada encima de su celular.
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ABISMO
Randomy me subía al cielo, sólo para dejarme caer al abismo. ABISMO: 16 Primer actualización: 18/03/2020