Iba caminado pensando en lo que había pasado los últimos días, había ido con Evan al médico que lo estaba tratando para que dejara de consumir heroína, por fin estaba comenzando a aceptar cambiar su vida, di un grito de terror cuando alguien me tapo los ojos, segundos después miré a Zeus que al parecer no había dejado de drogarse ya que su apariencia se había deteriorado un poco, levantó la ceja y me miró de arriba abajo por uno segundos.
― ¿has subido de peso? ―Cuestionó.
―No, tú estás adelgazando.
Él sonrió, aunque él no me agradara demasiado tenía que admitir que su sonrisa era linda.
― ¿estás embarazada?
―No. ―Grité de inmediato.
― ¿has dejado de drogarte?
―Si.
―Eso es bueno, ¿y tú príncipe, princesa? ―Preguntó.
―También está dejando de drogarse.
―Eso es bueno.
― ¿estás enfermo? ―Pregunté al mirar que traía una mascarilla en su boca.
―No.
Encogí los hombros y seguí caminando con rumbo a la cafetería, en cuanto miré a la persona que estaba a un lado de la entrada, corrí para darle un abrazo.
― ¿Dónde habías estado?
―No te preocupes por eso, Tadeo está muerto y no es algo que pueda aceptar, no sabes cómo sentí que mi mundo se destruyó encima de mí, no sabes lo terrible que fue encontrarlo en la maldita bañera, creo que nunca voy a poder aceptar su muerte, perdí a mi compañero, a mi hermano y a mi mejor amigo y creo que no tengo deseos de estar en una maldita ciudad que me lo recuerda.
―Lo siento, sé que mi dolor no se compara con el que estás sintiendo pero de verdad lo siento.
― ¿Cómo has estado?
―Bien.
―Después hablamos, muñeca. ―Dijo y se dio la media vuelta. ―Cuídate.
― ¿podemos hablar?
―Después Eileen.
Me sentí demasiado mal por él, solo deseé que en algún momento encontrara un nuevo sentido para su vida, entré saludé a mi jefe y comencé hacer mis deberes. Al salir decidí ir a visitar a Lidia, al llegar a su casa la encontré con su celular en la mano, me acerqué a ella y leí los mensajes que estaba leyendo.
― ¿Qué debo hacer borrarlos o dejarlos?
―No lo sé.
― ¿tú qué harías?
―Yo los imprimiría y los guardaría en un folder para leerlos siempre.
― ¿vamos a una fiesta?
― ¿no estabas triste?
―Lo estoy, pero aun con dolor tienes que seguir viviendo, será difícil pero el mundo no se va a detener por esto.
― ¿de verdad quieres ir? ―Cuestioné.
―No, pero tampoco quiero estar encerrada. Realmente me siento de la mierda, no sé porque mierda no pensó ni por un segundo en todo el dolor que iban a sentir las personas que decidió dejar atrás. Quisiera encontrarlo en mi otra vida y hacer con él todas las cosas que no pude hacer en esta.
―Deseo que lo encuentres es tu otra vida y que seas feliz con él. ―Comenté.
Quería que cambiara de opinión porque realmente yo no quería ir y hacer que Evan se molestara conmigo, las cosas estaban mejor que nunca como para arruinarlo con algo como eso.
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ABISMO
Randomy me subía al cielo, sólo para dejarme caer al abismo. ABISMO: 16 Primer actualización: 18/03/2020