ABISMO

Capítulo 26

Estaba en la habitación de July mirando la película de Sherk por milésima vez a ella le gustaba mucho y a mí más, era buena. En ocasiones miraba mi celular para ver si tenía un mensaje de Evan, pero no. Comenzaba a odiar su estúpido comportamiento más de lo que ya lo hacía. Di un trago al refresco y volví poner atención a la pantalla. En ocasiones July se carcajeaba. Cuando la película terminó nos quedamos acostadas y en completo silencio cerca de cinco minutos.

― ¿Qué has hecho? ―Preguntó.

―Muchas cosas.

― ¿Has sabido de Jeiron?

Negué con la cabeza, pensé que ella si sabía algo, pero tampoco. Tomé una de sus muñecas y la estuve mirando por mucho tiempo.

― ¿Te gusta?

―No.

Sonrió un poco y me miró.

―Te la regalo.

Sonreí un poco, era obvio que ya era mayor para jugar con muñecas, pero esa era hermosa.

― ¿Cómo vas con tu chico?
―Pregunté.

―Bien, ¿y tú ya tienes novio?

―Estoy saliendo con un idiota, que no me lo ha pedido. Un día dice una cosa y después otra, es complicado.

― ¿Quién es?

―Evan el hermano de Omar.

― ¿Es una broma?

Cuando negué, ella hizo una expresión de terror, como si le hubiera dicho algo verdaderamente grave.

―Aléjate de él.

La miré en busca de una explicación por su comentario y luego recordé los comentarios que había hecho, cuando miró a Evan en la biblioteca por primera vez. Era obvio que estaba molesta.

― ¿lo dices porque te gusta?

―Claro que no ni siquiera es guapo, es un drogadicto y no deberías de estar con alguien así.

― ¿Bromeas? Es un papucho, su cara parece tallada por los mismos ángeles.

―Del infierno. ―Susurró.

―Como sea son ángeles.

Cuando July estaba por abrir su boca, alguien tocó la puerta, después de que July le diera permiso de pasar su hermano Raúl entró a la habitación.

―Hola, Eileen.

―Hola.
Se acostó a un lado de mí.

― ¿Tienes algún consejo para poder recuperar a mi novio?

―No, ni siquiera tengo novio.

―Creo que tenemos que hacer un club de solteronas amargadas. ―Dijo.

— Raul, verdad que Evan no está guapo —Preguntó July.

Raúl se quedó callado por unos minutos.

— ¿Dressler, Wepper o cuál?

—Dressler. —Respondió July.

Raúl la miró por unos segundos

—Ese hijo de puta está más que guapo y un día escuche a una compañera diciendo que cogía rico. —Hizo una pausa. — Tiene una cara de ángel y engaña a cualquiera dicen.

July puso los ojos en blanco.

Raul, se levantó de la cama y caminó hacia la puerta. Miré el reloj, me di cuenta que ya era demasiado tarde, así que tomé mi mochila y aunque intente meter la muñeca adentro no había suficiente espacio. Me despedí de ella y salí con rumbo a mi casa. Cuando pase por el cementerio, me detuve cuando miré a Evan entrar, quise seguirlo, pero afortunadamente mis piernas no se movieron para correr a su lado.