ABISMO

Capítulo 82

―No voy a poder hacerlo. ―Protesté.

Evan me miró con enfado una vez más, puso los ojos en blanco y llevó la paleta a su boca.

― ¿me das un beso?

― ¿Por qué? ¿Tanto te gustan mis besos sabor a tup si?

―Si. ―Dije. ―Me encantan tus besos. ― ¿a ti no te encantan los míos?―Cuestioné.

―Bésame y después te respondo. ―Murmuró.

Colocó su mano en mi cuello, y me besó, pero al apartarse me volvió a mirar enfadado, decidí mirar a otro lado.

― ¡mierda! Eileen, ya te explique cómo tres veces que es lo que tienes que hacer.

―Pero tengo miedo.

―Yo tengo más, pero aun así hazlo, ¿sabes qué? mejor olvídalo yo hago primero el tuyo.

― ¿seguro que sabes?

― ¿dudas de mis capacidades? ―Cuestionó.

―No, pero... de acuerdo hazlo. ―Dije mientras le ofrecía mi mano.

Sonreí mientras lo miraba completamente concentrado en lo que estaba haciendo, Evan lo ignoraba, pero él se miraba demasiado sexy y más atractivo de lo que ya era.

―Listo. ―Exclamó minutos después.

Le di un beso después de mirar el corazoncito que había tatuado en mi muñeca junto con una letra E.

― ¿Por qué?

―Porque si. ―Respondió. ―Ahora dibújalo tú antes de que Mike se enfade porque estamos jugando con sus cosas, ¿acaso no miras la cara que está comenzando a poner? Si no te das prisa es capaz de sacarnos, parece tranquilo, pero es medio peligroso. ―Susurró.

― ¿crees que no te estoy escuchando, Evan? Deja de hablar mal de mí porque si yo comienzo a hablar mal de ti, no te va a gustar.

―Si te callas te consigo una cita con mi hermana.

―No quiero una cita con una mujer comprometida. ―Dijo y encendió un cigarrillo.

Se puso de pie y salió del establecimiento, aunque nadie me lo decía estaba casi segura que entre él y Saely hubo una historia, una historia que no había tenido un buen fin, tomé la maquina di un suspiro y me dispuse a comenzar a tatuar a Evan.

―Creo que ya le he perdido el miedo a esta mierda, me voy a comenzar a tatuar, tengo varios diseños que quiero. ―Dijo.

― ¿de verdad quieres tatuarte? ¿Qué diseños tienes? ―Cuestioné mientras hacía todo lo posible para que mi mano no comenzara a temblar y eso se arruinara.

―Tu precioso culo.

― ¿todavía sigues con eso?

―Sí, me gusta el lunar que tiene entre... bueno ya sabes es lindo.

― ¿Cómo crees que te mirarías con mi culo tatuado?

―Precioso. ―Dijo. ―No lo vayas a hacer mal. ―Exclamó y sonrió.

Salimos del establecimiento, tomé del brazo a Evan y es que yo me sentía como la reina del jodido universo cuando caminaba de esa manera junto con él.

― ¿quedo bonito? ―Cuestioné mientras observábamos el dibujo.

―Si. ―Dijo. ― ¿has ido al puente donde cierran los candados?

―No. ―Dije.

― ¿te voy a llevar para que lo mires?

― ¿sólo para mirarlo? ―Dije mientras pellizcaba sus mejillas.