Bostecé un par de veces, sonreí y pellizqué las mejillas de Evan, después estiré mis brazos y él aprovechó para abrazarme. Pensé que todos los amaneceres de mi vida tenían que ser de esa manera.
―Buenos días, cariño. ¿Te despertaste por la serenata? ―Cuestionó.
―Si. ―murmuré y le di un beso en la mejilla.
― ¿Qué se siente? ―Dijo mientras acariciaba de manera tierna mis mejillas.
― ¿Qué?
―Despertar, mirar a tu precioso novio y escuchar Wonderwall. ¿Eso es lo más cercano a la perfección?
―Maravilloso, es perfecto.
―Estaba mirando la playlist, escuche esa y pensé en ti, ¿te gusta? definitivamente esa canción es perfecta para ti, cada que la escucho tu preciosa imagen es lo único que ocupa mi mente. ¡Mierda! ¿Por qué eres tan hermosa?
―Es linda.
―Bailaremos wonderwall el día de nuestra boda, cariño. De hecho tengo una lista con ciento de canciones que quiero bailar contigo, ¿me permitirás hacerlo?
―Si.
Puse un poco de atención a la canción, era hermosa, fue lindo despertar, mirar a Evan y escuchar esa canción, tal vez era uno de los mejores comienzos de día que había tenido en mi vida, lo volví a abrazar halándolo con un poco de fuerza, terminó encima de mí, nos quedamos en silencio escuchando con atención la letra de la canción.
―Te amo. ―Susurró.
―Buenos día, cariño.
― ¡mierda! mirándote de cerca no eres tan linda como pareces. ―Murmuró y sonrió. ―Eres tan horrorosa.
―Eres tan malo. ―murmuré y le saqué la lengua.
―Esa lengua anda muy activa, ¿no? Creo que tenemos que darle un mejor uso. ―Murmuró.
― ¿Cuál sería un mejor uso? ―Cuestioné mientras acariciaba su espalda.
―Unas buenas lamidas en la verga. ―Susurró en mi oído.
Me aparte de él y caminé con rumbo al baño, miré mi imagen en el espejo, me sentía feliz, sentía que ese iba a ser un buen día.
― ¿quieres que te las de? ―Cuestioné cuando salí y caminé de manera lenta hacia él.
― ¿Qué? ―Preguntó un poco confundido.
―Unas lamidas. ―Susurré en su oído.
Una mirada llena de deseo adornó su rostro, dio un beso en mi cuello y se apartó de mí.
―Espera un poco.
― ¿me estás rechazando? ―Pregunté fingiendo indignación.
―No, sólo te estoy haciendo esperar, para que me la hagas demasiado bien cuando te dé la oportunidad.
― ¿te estás haciendo de rogar? ―Cuestioné un poco sorprendida. ―Eso es muy nuevo en ti.
―Un poco, aunque si me sigues mirando de esa manera, creo que no voy a poder resistir ni cinco segundos más, ¿me has llamado fácil?
― ¿de qué manera? ―Cuestioné sin dejar de observarlo.
No tenía ni la menor idea de qué manera lo estaba mirando, pero si eso hacía que Evan cediera ante mí lo iba a seguir haciendo, lo miré fijamente por algunos segundos, movió la cabeza negando, llevó la mano hacia su cabello y lo peino ligeramente hacia atrás, llevó la mano hacia su barbilla, estaba nervioso.
ESTÁS LEYENDO
ABISMO
Randomy me subía al cielo, sólo para dejarme caer al abismo. ABISMO: 16 Primer actualización: 18/03/2020