Cuando llegué a la casa lo primero que hizo Nadia fue obligarme, para que me hiciera la prueba y yo le obedecí sin protestar.
─Mirala tú primero. ─Susurré cuando ya había pasado el tiempo necesario.
Estaba un poco nerviosa, tanto que me estaba mordiendo las uñas, Nadia caminó y tomó la prueba en su cara miré una expresión de asombro. La incertidumbre me estaba matando, Nadia cambio a una expresión seria. Mi paciencia terminó y se la quité de la mano, por un momento cerré los ojos, luego reuní valor y los abrí, di un grito y un salto emocionada al ver el resultado.
Lamenté el hecho de que Evan no iba a tener ahijado.
Tiré la prueba y luego la levanté y caminé a la habitación de Sebastian, quería ver su cara cuando le mintiera diciéndole que si estaba embarazada.Nadia salió atrás de mí, toqué un par de veces la puerta y segundos después Sebastian me dio permiso para entrar.
─ ¿Ya te hiciste la prueba? ─Preguntó.
─Vas a ser tío ─Respondí mientras evitaba no reírme por el gesto de desagrado que hizo en ese momento.
Negó con la cabeza demasiado serio.
─ ¿Qué vas hacer? Mi madre te va a matar.─Fue broma ─Susurré.
Su expresión cambio inmediatamente a una de alivio y luego comenzó a reírse y yo también lo hice. Regresé a la habitación me acosté mientras miraba mi mano y recordaba el momento en el que Evan la tomó, eso se había sentido maravilloso.
─ ¿Qué es en lo que piensas? ─Escuché a Nadia.
Fingí que no la había escuchado, para no responderle, no podía decirle que mientras Jeiron estaba en el hospital yo estaba pensando en otra persona.
Sabia perfectamente que eso no era algo correcto, pero tampoco algo malo. Realmente no entendía que estaba pasando.
Para dejar de pensar en Evan, bajé a la cocina y le ayude a Nadia a preparar la cena, ella daba las ordenes y yo sólo las obedecía. Cuando llegó mi madre comimos todos juntos, agradecí que Sebastian y Nadia no hubieran comentado nada sobre la prueba de embarazo. Hablamos de cualquier tema cuando mi madre me preguntó que si si había ido a ver lo del empleo y se lo confirmé sonrió alegre.Después de que terminara de bañarme y estaba en la habitación intentando secar mi desastre de cabello, escuche mi celular sonar corrí a responderlo, pero no alcance.
Así que seguí secándome, cuando terminé me puse el pijama y me metí a la cama, demasiado feliz porque no estaba embarazada. Nadia permaneció con la lámpara encendida demasiado tarde por mas que le pedía que la apagara, parecía que no escuchaba.
Cuando llegue a la librería de la señora Celia, lo primero que hice fue dejar mi mochila en una esquina mientras escuchaba con atención todo lo que ella me decía, al irse ella me dio un poco de nervios por estar sola, di un par devueltas y me quede parada por unos segundos mientras miraba la portada de un libro con el titulo "Escribiré tu nombre en las estrellas" me pareció un libro demasiado interesante. El primer libro que vendí fue uno de cuentos infantiles, realmente me sentí toda una ejecutiva en ventas por eso.
El tiempo pasó y cerca de las siete llegó la señora Celia, le ayudé a cerrar y caminé junto con ella hasta su casa y después yo tome un taxi a la casa de Omar ya que él era la única persona que podía decirme como estaba Jeiron al llegar estuve tocando un par de veces deseando que Evan no abriera, afortunadamente eso no pasó cuando abrieron la puerta mire a una chica de cabello negro y ojos verdes,
─ ¿A quién buscas?
─A Omar, le puedes hablar por favor,
─Vanch buscan a tu hermano ─Gritó la chica.
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ABISMO
Randomy me subía al cielo, sólo para dejarme caer al abismo. ABISMO: 16 Primer actualización: 18/03/2020