Había pasado casi un mes desde que habíamos sufrido la pérdida de nuestro bebé, estaba sentada en una banca del parque mirando con detenimiento una puesta de sol, me sentía triste, de verdad yo si quería conocerlo, limpié las lágrimas de mis ojos y di un suspiro, lamí mis labios y pedí perdón una vez más. Me puse de pie cuando la estrella finalmente se ocultó.
Llegué al apartamento, Evan estaba sentado en cuanto me miró, se puso de pie y abrió los brazos para recibirme.
― ¿Dónde estabas? ―Cuestionó.
―Afuera en el parque.
Puso los ojos en blanco y movió la cabeza aceptando, se apartó de mi lado y lo miré encender un cigarrillo, me acerqué a él le quité el cigarrillo, di un par de caladas y se lo regresé.
―Vamos a salir mañana. ―Comentó.
― ¿A dónde? ―Cuestioné.
―Al infinito y más allá. ―Dijo. ― ¿sigues hablando con Sarah?
―No. ―Respondí.
Ella se había alejado de mí y la verdad aunque me había agradado, no tenía deseos de estar insistiendo para tener su amistad. Tal vez eso era lo mejor
―Ya no me hablo por tu culpa. ―Comenté.
― ¿por mi culpa? ―Cuestionó y levantó la ceja, puso los ojos en blanco y movió la cabeza aceptando.
―Por tu culpa. ―Afirmé.
―Es lo mejor para ti. ―Comentó.
Puse los ojos en blanco, cuando observé que abrió una botella de alcohol, me senté mientras lo observaba beber de manera rápida todo el alcohol que se había servido en el vaso.
― Eily.
― ¿Qué necesitas, Evan?
― Drogas, amor y sexo, mucho sexo, eso es lo único que necesito ¿quieres? ―Cuestionó.
Moví la cabeza negando, pero al mismo tiempo, tomé la botella y di un par de tragos, Evan me dio un beso y mordió ligeramente mi labio. Seguimos bebiendo porque motivo no lo sabía, pero.
―Tus besos con sabor a whisky saben jodidamente bien, me encantan. ―Comentó.
―Estás loco. ―Susurré
―Eres muy bonita Eily. ―Murmuró y acarició de manera tierna mis mejillas. ―Eres demasiado bonita, Eileen eres jodidamente hermosa por eso eres el amor de mi vida y por eso quiero que seas mi esposa,
Reí mientras lo miraba.
―Estás loco.
―Pero eso no cambia el maravilloso hecho de que eres demasiado bonita.
Puse los ojos en blanco y di un par de tragos más a la botella.
― ¿aunque esté un poco borracha te sigo pareciendo hermosa? ― Cuestioné.
―Yo te amo sin importa absolutamente nada, para mí eres jodidamente bonita sin importar si estas borracha, drogada o enfadada.
― ¿nos drogamos Evan? ―Cuestioné mientras lo observaba. ―Droguémonos cariño. Tal vez esa es la única manera en la que nos podemos sentir mejor.
Él me miró por algunos segundos, puso los ojos en blanco y movió la cabeza negando.
― ¿quieres que lo hagamos? ¿Con que mierda quieres que nos droguemos? ―Cuestionó. ―Tengo cocaína, heroína, lsd, metanfetaminas, marihuana, coca rosita y no sé qué mierda más.
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ABISMO
Randomy me subía al cielo, sólo para dejarme caer al abismo. ABISMO: 16 Primer actualización: 18/03/2020