Capítulo 44

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Lo primero que hice al abrir los ojos fue lamentar el hecho de que aún estaba viva, después de eso me volví a cubrir quería volver a dormir, sin embargo, aunque cerré los ojos por un largo tiempo eso no fue posible, me puse de pie y frote las manos en mis párpados, pero me arrepentí y me senté en la orilla de la cama. Quité el cabello que tenía en la cara y fue cuando me di cuenta de la nota que había en el espejo. Caminé lentamente la leí y luego la guarde, salí de la habitación con rumbo al baño después de lavar mi boca y cara, caminé con rumbo a la cocina. Me detuve en cuanto miré a Randy, y cuando él me sonrió de manera amarga, quise regresar, pero no lo hice y continúe caminando.

― ¿Quieres comer? ―Preguntó.

Moví la cabeza negando me miró con una expresión de tristeza y siguió haciendo sus actividades.

― ¿Dónde está Evan? -Cuestioné.

―No lo sé, sólo sé que cuando arruina algo sale huyendo y luego regresa creyendo que ya todo se solucionó.

Lo miré con un poco de confusión, no podía creer que Evan me hubiera abandonado, eso era imposible él no era tan cobarde como para hacer eso.

― ¿y cómo cuando regresara?

Randy guardo silencio por unos segundos y me miró.

―Una semana, un mes o más. ―Respondió sin ninguna consideración.

Sinceramente no le creí, pero tuve miedo de que fuera verdad.

― ¿Por qué se comporta así conmigo, si yo lo amo? ―Pensé en voz fuerte.

―Él te ama de esa manera, pero te ama de eso estoy seguro, ¿Por qué regresaste?

―No puedo imaginar mi vida sin él. ―Confesé.

—Si ninguno cambia su comportamiento sólo van a seguir haciéndose sufrir.

Randy movió la cabeza negando, me puse de pie y caminé hacia la habitación marqué un par de veces el número de Evan, sin embargo, no respondió. Aventé el celular en contra de la cama y me acosté.

Cuando desperté ya era demasiado tarde, volví a marcar el número de Evan y no respondió, estaba enfadada, cansada y me dolía la cabeza, sentí demasiado coraje, tiré algunas cosas que había en el tocador quería destruirlo todo comenzando por el amor que sentía por él y si eso no era posible terminar por destruirme.

Aventé un frasco de perfume, en contra del espejo. Sentí que me sujetaron por atrás intente soltarme, pero no pude hacerlo. No tenía ganas de controlarme, no podía hacerlo en ese momento.

―Suéltame y dime dónde demonios está Evan. -Grité desesperada.

―Detente, Eileen. ―Dijo Randy.

― ¿Dónde está Evan?

―Ya te lo van a traer, ya cálmate.

Me soltó y lo miré por unos segundos.

― ¿Por qué me deja? ¿Por qué me trata mal, dice que me ama y luego no responde mis llamadas? ―Grité alterada.

Randy no respondió salió de la habitación y yo me senté en una esquina mientras observaba todo el desastre, sentía como si me estuvieran oprimiendo el pecho, me sentía mal porque ya todo se había arruinado otra vez, tomé mi celular le envié un par de mensajes los cuales leyó, pero no respondió por un momento imaginé que estaba con la chica a la cual había llamado y sentí demasiado enfado. Le marqué a Nadia, ella era la que siempre estaba conmigo en mis decepciones amorosas, pero mi llamada no respondió una vez más.

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