El último patrullaje

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Semanas atrás.

Otto Octavius miraba el robot que había utilizado para cambiar de cuerpos con Peter Parker.

Este se encontraba muy lastimado, diciendo palabras irreconocibles. Otto no lograba entender.

Se acercó y lo agarró del cuello y lo jaló hacia él.

Spider-Man: Yo-yo no quiero esto, Parker— la voz de Octavius se escuchaba un poco…

¿Mal?

De verdad, no quería, no quería ser un héroe.

Peter: Demasiado tarde…debes tener cuidado con lo que pides…Spidey— la voz de Parker sonaba un robótica.

Spider-Man: Dime, ¿Por qué…cómo puedo hacer esto?

Peter: Porque es necesario. Porque…— se detuvo, ya que el robot se estaba apagando.

Spider-Man:…tiene que venir una gran responsabilidad. Entiendo.

Peter: Será mejor. Ahora eres Spider-Man— Otto sonrió, era verdad.

A partir de ahora se convertiría en su peor enemigo, iba ser igual a…No…superior a él.

Peter: Prométeme que cuidarás a todos mis amigos, por favor.

Otto se quedó pensando.

No estaba seguro de poder hacer eso, el era una persona sin emociones. No le importaba las demás personas. Pero en la forma en que se lo pedía, Peter.

Hizo que por primera vez en su vida, sintiera lastima. Asintió con un rostro serio, no estaba enojado, no estaba feliz. Estaba normal.

No tenía muchas emociones a flote. Solamente era una actitud, estaba tranquilo.

Peter: Serás un gran héroe, Otto— se escucha una risa débil camuflada en un tono robótico— Siempre quise que…

Spider-Man: ¿Peter?— el orbe azul se apagó, las funciones del robot, dejaron de funcionar.

Con enojo aplastó el orbe azul. No era odio, no era rencor, solamente era frustración.

Alguien creyó que sería un gran héroe, pero era tarde.

Aunque pudiera regresarlo a la vida, no lo haría. La vida de Peter Parker, ahora era suya.

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Época actual.

Superior Spider-Man balanceaba por la ciudad con su mochila en la espalda, iba con algo se prisa.

Tenía un asunto importante al cual acudir.

Spider-Man: Llego tarde, ¿No?— lanza una telaraña a un edificio.

Anna María: Solo un poco, chico listo— Octavius escuchó su voz en el comunicador de sus lentes.

Spider-Man: Te prometo que estaré allí en un momento. Y esta vez mi querida señorita Marconi— se detiene en el metal del semáforo— La cena está por mi cuenta.

Anna María: Eso no es un plus, Peter. Me encanta cocinar. Siento raro tener a alguien que me haga la cena, es como compartir mi cepillo de dientes.

El doctor Octopus se quedó callado.

¿Eso era eufemismo? Parker lo sabría. Otto no es bueno en esas cosas.

La chica al no escuchar que Otto respondía, se preocupó un poco.

Anna María: ¿Sigues ahí? ¿Cuál es el problema, chico listo? ¿Te comió la lengua el gato?

Marvel's Spider-ManDonde viven las historias. Descúbrelo ahora