Marvel's Spider-Man

Impulsos Arácnidos

Departamento de Anna María Marconi.

Peter: Muy bien, es verdad. Soy Spider-Man— dijo sin escapatoria, la chica lo tenía acorralado—. Pero no soy el Spider-Man que conoces. O el Peter Parker que crees que soy.

Anna María frunció el ceño por la confusión que le generaba lo que Peter confesó.

Anna María: Alto. ¿Qué significa eso?— Peter desvió la mirada al suelo con un sentimiento de culpabilidad en su corazón.

Le dolía tener que decirle esto. Pero tenía que hacerlo, no tenía que engañar a la pequeña chica.

Peter: Cambié mi mente con un tipo malo.

Anna María: ¿Hablas en serio?— Peter apreta sus labios.

Peter: Si, pero regresé a la normalidad ahora— la voltea a ver mientras se rascaba la cabeza con nerviosismo.

Anna María: ¿Cambio de mentes?

Peter: Sí.

Anna María: ¿Con un súper villano?— el ojiverde asintió con sus hombros caídos y con la cara llena de tristeza—. ¿Cuál?— Peter ya suponía que ella le haría esa pregunta.

Peter: Doctor Octopus.

Anna María: ¿Por cuánto tiempo?

Peter: Antes que nos conociéramos.

Anna María: Así que todo este tiempo…¿Doctor Octopus?— el castaño movió la cabeza confirmando la duda de la científica.

Anna María: Tengo que cocinar— sé levantó del sofá y caminó hacia la cocina.

Peter levantó ambas cejas. Luego se levantó y caminó detrás de la chica. Peter podía ver la cara de la chica.

No reflejaba nada.

Tristeza.

Alegría.

Confusión.

Ninguna de esas. Estaba como…neutral.

Peter: ¿Qué?— después de unos 20 segundos. Es lo único que pudo decir por la actitud y decisión de la chica.

Anna María: Pienso mejor cuando cocino— se agacha y empieza a sacar unos ingredientes del mueble de cocina.

Peter: Sé que eso es mucho para asumir, pero la persona con quién…— la chica utilizó un banquito. Se paró en el y puso los ingredientes y una pequeña olla—…tenías una relación no era yo. Ese era…

Anna María: Ese científico loco, ¿El tipo con brazos de metal?— empieza a agregar un ingrediente en polvo a un traste grande y redondo.

Peter: Ese mismo.

Anna María: Bueno. Él era audaz y decidido…— empieza a mover una cuchara en el interior del traste.

Peter: Suena como él.

Anna María:…aún así sorprendentemente tierno.

Peter: Yo…eh…no sabía que…

Anna María: Y eso sumándole su genio paralelo.

Peter: Bueno, no es por presumir pero soy bastante…disculpa. Mira, hay algo que si sé…del tiempo que Doc Ock y yo compartimos mi cabeza. Él te amaba, Anna María, mucho. Y fue un mejor hombre por ti— la mujer se acerca y le da el traste a Peter. Este lo agarra con confusión.

Anna María: Bandeja— Peter agarra el traste y empieza a mover la mezcla con la cuchara.

Peter: Escuchaste lo que…