Marvel's Spider-Man

Sucesos inesperados

Han pasado unas horas desde el desastre que hubo en el gran edificio del Daily Bugle. Lugar que fue destruido completamente por culpa del duende rojo, fusión del Duende Verde y Carnage.

Peter: Todos. Este es el "hombre al mando" hablando. Los escucho. Denme su estatus.

Peter estaba sentado en un silla con una muleta a un lado suyo. Su pierna izquierda había Sido completamente dañada por la bomba que lo mordió y explotó cerca de su extremidad.

La antorcha humana volaba por los aires, buscando al simbionte que se había ido cuando dieron a fin la batalla contra Spider-Man.

Antorcha Humana: Aquí, torch. Estoy por los alrededores de Midtown. No hay de que preocuparse.

Peter: Buen intento, Johnny. Me mantendré preocupado, estamos tratando con Norman Osborn con un simbionte.

Antorcha humana: Exacto. Un simbionte que tiene poderes de fuego. Un disparo y está frito.

El castaño negó con su cabeza. Estaba seguro de que Johnny se confiaba demasiado, el duende rojo no era algo igual que Venom o el mismísimo simbionte solo.

Silk: Aquí Silk. Estoy en dónde solía estar el Daily Bugle.

Una telaraña estaba pegada en un semáforo y ella se encontraba de cabeza sujetando la red.

Justo en el momento en el que ella estaba terminando de por fin obtener el trabajo, recibió una llamada de Spider-Man, ella tuvo que ir a buscar al simbionte por petición del centro de la red.

Silk: Tengo los ojos en Joe Robertson, Betty Brant y todo el equipo. Todos parecen bien, pero debo pregunta...¿No sería más sencillo poner a todos en un solo lugar? ¿O sacarlos a todos de la ciudad?

Peter: No. Ponerlos a todos juntos crearía un gran y sencillo objetivo.

Peter observa a todos lados. Quería levantarse e ir a ayudar a sus amigos pero al momento de pararse, su pierna le dolía como si un clavo se clavara en el muslo.

Peter: Discúlpenme si no estoy con ustedes ahora. Pero con lo que el duende hizo a mi pierna, estoy herido y fuera de combate. Lo bueno es que tengo el mayor tesoro de todos. Unos amigos increíbles. Todos ustedes están en mi red, en el segundo que él ataque traeremos de los hilos. Traeré el resto de ustedes, y los venceremos juntos.

Sus demás compañeros sonrieron ante lo positivo que Spider-Man era ante un duende con un simbionte asesino que sería capaz de matar a él mismo.

Y a todos.

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Harry Osborn agarró dos malteadas de un puesto de comida en el centro comercial. Agradeció a la mujer que le atendió y se dió la vuelta para empezar a caminar en dirección a una mesa pequeña y circular para dos personas.

Harry: Aquí tienes— puso un vaso de hielo seco en la mesa. Una muchacha sonrió y agradeció mientras agarraba el vaso y empezaba a tomar la malteada—. ¿Entonces que dices, Liz?

Ella dejó el vaso en la mesa y arqueó el labio. No sabía que decidir exactamente, a ella le agradaba bastante Harry Osborn, después de que cortaron fueron grandes amigos.

Liz: No lo sé, Harry— ella se rasca la nuca por la pena que sentía en esos momentos—. No sé qué pueden opinar mis padres.

Harry: Cierto. Pero tal vez si platicamos con ellos, me den permiso.

Liz: Será difícil. Ellos son muy cuidadosos…les costará bastante confiar en ti— sus ojos vieron fijamente el vaso con tristeza.

El hijo de Norman Osborn cerró los ojos y después dejó salir un suspiro. Liz Allan lo volteó a ver sabiendo que iba a decir algo serio o alguna pregunta.