Valghard no había ordenado todavía detener la cabalgada. Se habían alejado bastante del campo de batalla seguidos no muy de lejos por la caballería de Sharpast.
‹‹¿Será suficiente distancia? —se preguntó Valghard.››
Los caballos empezaban a mostrarse cansados y los necesitaba frescos para la lucha.
‹‹Tendrá que bastar.››
Valghard ordenó hacer una maniobra de rodeo. Casi de inmediato, todos los jinetes cambiaron de dirección hasta posicionarse en frente de la caballería de Sharpast y, sin detenerse, siguieron cabalgando. Las dos caballerías estaban ya muy cerca. Los breves momentos en los que duró la carga fueron para Valghard los más largos de su vida.
‹‹Todo será muy rápido una vez entremos en contacto con su caballería —pensó—. Tengo que tener todos los sentidos alerta para poder hacerlo bien. Que los dioses nos protejan.››
Las dos fuerzas de caballería chocaron como dos nubes grises en un día de tormenta. El momento del contacto fue terrible. La velocidad de los caballos hizo que muchos de los primeros jinetes, al chocar con los de en frente, salieran disparados. Unos conseguían clavar las lanzas en el enemigo, mientas que otros, por la fuerza del impacto entre los caballos, estaban en el suelo antes de darse cuenta de lo que pasaba. Valghard logró clavar su lanza en el pecho de un caballo, derribando al jinete que lo montaba, pero perdió el arma en el choque, también tuvo que esquivar la pica de un enemigo y protegerse de otra con su escudo, partiéndola en el impacto. El brutal golpe casi le hizo descabalgar, pero su escudo resistió y su habilidad como jinete fue suficiente para mantenerse en la silla sin caerse.
Al bajar la inercia de la carga de ambas caballerías comenzó el cuerpo a cuerpo. Los jinetes de los dos bandos se detuvieron y empezaron a luchar con sus espadas en mano contra todos aquellos enemigos que tuvieran cerca. El caos reinaba por todas partes; había jinetes que habían sido derribados luchando a pie, intentando abatir a los que seguían en su montura; había caballos y jinetes agonizando en el suelo y que a su vez eran pisoteados por otros caballos y por los hombres que luchaban a pie. La sangre tiñó rápidamente el suelo de aquella tierra.
Valghard desenvainó su espada y empezó para él el combate de verdad. Su guardia personal se había dispersado durante el choque; solo quedaban tres jinetes para protegerlo. Un caballero enemigo le interceptó con la intención de matarlo, pero Valghard detuvo con destreza sus golpes y le golpeó con el escudo en la cabeza, fracturándole la mandíbula. El jinete cayó al suelo inconsciente o muerto. Otro le embistió con una lanza a uno de sus escoltas, hiriéndole en el costado. Antes de que éste le rematara, Valghard partió de un espadazo la lanza con la que pretendía matar a su escolta y, con una segunda estocada, le rajó en el cuello, hiriéndole de muerte. El escolta se levantó y subió a su caballo para continuar luchando.
Muchos jinetes habían perdido su montura y luchaban desde el suelo, atacando a los hombres a caballo. Tres soldados imperiales a pie fueron a por Valghard. El primero cayó muerto tras ser atravesado por su espada, pero los otros dos consiguieron derribarle del caballo. El mismo escolta al que antes había salvado la vida, reaccionó y acabó de un lanzazo con uno de ellos, pero el tercero luchaba en el suelo con Valghard, que estaba boca arriba y casi inmovilizado; había perdido su escudo y su espada. Estaba indefenso. El guerrero con el que luchaba sacó una daga de su cinto, pero mientras lo hacía Valghard consiguió empujar a su adversario. Éste se levantó rápidamente y le atacó alzando su daga; la estocada casi le alcanza de lleno en el pecho, pero Valghard lo paró con un brazo y le propinó un puñetazo con el otro. Entonces sacó su daga y se lanzó sobre él, cayendo los dos al suelo, donde forcejearon, pero esta vez fue Valghard el que llevó la iniciativa. Después de conseguir inmovilizarlo, le clavó la daga en el estomago repetidas veces hasta que dejó de moverse.
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Sangre y Oscuridad I. Las Cinco Espadas
FantasiLas Cinco Espadas es una novela fantástica de tintes épicos llena de aventura, magia, guerras, política, acción, batallas espectaculares, dramatimo, intriga, amor y mucho más. Sinopsis Tras años de paz, nubes de tormenta se ciernen sobre Veranion. E...