Inglaterra {1}

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Parte 1

30 de agosto, 1945

La Segunda Guerra Mundial había acabado, la calles se inundaban en festejos y la gente saludaba alegremente hasta a los desconocidos.

Todo Es perfecto.

Excepto la parte donde adopte accidentalmente a Alemania.

Lo mire desde el otro lado del carruaje real donde nos transportaban al castillo.
No me regresaba la mirada, siempre veía a la ventana o a sus pies, tampoco me dirigía la palabra.

No había pronunciado nada desde que llegamos a Inglaterra y tuvimos su juicio hace trece días.

Todo era súper incómodo.

- ¿Que tal el desayuno en el café? - quise iniciar una conversación - ¿Te gusto los bisquets o el huevo?.

- Si... gracias - me respondió en monosílabos como siempre.

Le mire el cabello rubio, que ya estaba empezando a decolorarse y a mostrar sus raíces con su color natural, quizás podría hacerlo entrar en confianza si lo invitaba a que le den unos retoques a su color de cabello.

- ¿Oye que te parece si vamos al salón para que te den una manita de gato? - apunte a su cabellera - El rubio te queda increíble.

- No... gracias - volvió a contestar sobándose las manos con los dedos.

Tan siquiera es educado.

- Chico, llevas viviendo en mi casa por bastante tiempo, creo que es momento de que tengamos tan siquiera una conversación... no contestaciones monosílabas que conllevan a nada - me acerqué a él - Ya ganaste el juicio, eres libre de decir lo que quieras, nadie te va a juzgar.

Me miro a los ojos por primera vez desde que lo recogí en Argentina, dio una leve suspiro y me dijo en el tono más amenazante y sorprendentemente tranquilo en el que jamás me han hablado

- Te agradezco que me salvaras, pero no te debo nada.

Se bajo de la carroza enfrente del castillo sin decir nada más, dejándome pasmado en mi asiento
Eso definitivamente no salió como esperaba.

Parte 2

El chico ya se acostumbraba tantito más a mi, las contestaciones eran más largas; ya tan siquiera sonreía, por segundos, pero lo hacía.

Aunque justamente esa semana llegaron mis hijos Australia y Estados Unidos, ambos de continentes distintos.  Ya estaban entrando a la adolescencia, eso significaba que se volverían rebeldes por naturaleza.

- PAPÁ MIRA ME TRAJE UN ORNITORRINCO DD MASCOTA - Australia me mostró al animal sonriente.

- Muy bien hija, es muy lindo - le aplaudí.

- ¿Cuando conoceremos a Alemania? - Estados Unidos se cruzó de brazos.

- Pronto, se los prometo, solo que ahorita esta ocupado con unos asuntos - les respondí.

En realidad no estaba ocupado con nada, solo que tuvo una de las peores noches que jamás he experimentado.

Se levantó en la madrugada gritando histérico, su grito fue tan fuerte que los doctores que están al otro lado del castillo se levantaron asustados.
Sudaba como loco y aventaba vasos de cristal hacia las enfermeras que intentaban ayudarlo.

Pensábamos que tenía Alzheimer por que no lograba reconocer dónde estaba, tenía miedo de todo y todos a su alrededor.
Tarde una hora en calmarlo de lejos, diciéndole que estaba en Inglaterra y que la guerra había acabado.

El doctor lo diagnosticó con trauma post guerra, con el tiempo se curaría pero por el momento tenía que cuidarlo para que no tuviera otro de sus ataques.

- ¡ESTADOS UNIDOS DEVUÉLVEME MI GALLETA! - Australia le gritó a su hermano mientras le pegaba en la espalda - Si ya te acabaste las tuyas no te comas las mías.

- Soy el mayor, yo decido si comes otra galleta o no - le respondió lamiendo la galleta.

- Ew olvídalo, quédatela - se cruzó de brazos enojada.

- Chicos no se peleen por eso, somos una familia tenemos que apoyarnos mutuamente - les recalque dándole otra galleta a Australia de las que yo tenia.

La puerta de la sala donde comíamos se abrió lentamente, un Alemania con bata de satin negra y ojos caídos pasando con el periódico del día entre los brazos.

- Oh Alemania, que bueno que ya despertaste - me levante de mi asiento - Quería presentarte a mis hijos, vinieron de visita.

Se detuvo en seco analizando las caras de ambos; Australia me miró temerosa y con mucha razón, los ojos de Alemania eran como los de un depredador, mientras que Estados Unidos no le dirigía la mirada, estaba más concentrado en su té que en verlo.

- Un gusto - por fin hablo después de un buen rato, abriendo la puerta para irse.

- Oh por favor Ale quédate con nosotros a comer - le insiste.

- ¡NO ME DIGAS ALE! - se acercó amenazante después de aporrear la puerta, mostrando colmillos mientras gruñía - ¿ENTENDIDO?.

Australia se escondió detrás mío asustada, pero le aseguré que no pasaría nada con mi mano

- Disculpa, Alemania, no te volveré a decir así... te lo prometo - force una sonrisa.

- Bien, mas te vale - regreso a la puerta, cerrándola detrás de él después de salir.

- Must be fun at parties - Estados Unidos se burló, tomándose el té de su hermana.

Pensé que después de lo qué pasó anoche con su ataque de ansiedad, tendríamos algún tipo de conexión, pero creo que voy a tener que esforzarme un poco más para que eso suceda.

(Orden de fotos: (izquierda - Inglaterra joven / derecha arriba - Alemania joven / derecha abajo- Dinamarca joven)

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(Orden de fotos: (izquierda - Inglaterra joven / derecha arriba - Alemania joven / derecha abajo- Dinamarca joven)

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