Representantes

Rusia / Bielorrusia

- Rusia -

Me fui de California para ir corriendo a mi territorio a buscar a mi hermana junto con URSS. Aunque no quería dejar a México solo con su paranoia, sabía que Sofía y Esparta lo cuidarían.

Fuimos a la montaña, caminando la carretera buscando alguna señal de choque.

- ¿Como sucedió esto? - URSS miró alrededor.

- Estaba alterada, seguro no vio el camión - mire el suelo - Cayó nieve fresca, no hay forma de ver marcas de llantas.

Levante la cara viendo un Barranco, supuse ahí fue donde cayó. Corrimos, viendo abajo un abismó, lo único que se podía diferenciar es la copa de los pinos llenos de nieve.

- Ahi cayó - mire alrededor - ¿Como bajamos?.

- No hay manera de bajar - URSS susurro - Y tampoco hay manera de subir.

Junto sus manos, tomando aire

- ¡¿BIEL?! - gritó hacia abajo - ¡BIELORRUSIA!.

- Quizás está inconsciente - levante mi teléfono - Llamaré a emergencias.

- Si... tú has eso - asintió, viendo el suelo y quitando nieve con su pie.

Treinta minutos después llegó un helicóptero de rescate, levantando el coche desde abajo y poniéndolo en la calle.

El coche estaba destrozado completamente de enfrente, las bolsas de aire no habían reaccionado, seguro por la caída de atoro en el volante. Pero no había señales de Biel por ningún lado.

- Se salió del carro antes de que cayera - murmullé viendo el cinturón cortado - Mira, se zafó.

- Bien, Eso es bueno - asintió - Tenemos que encontrarla.

- Pero seguro está bien.

- No... no lo está - se alejó de mi.

Lo seguí, viendo un lugar que quedó sin nieve por que lo barrio con el pie. Había un manchón de sangre en la calle, sangre fresca.
Siguió pateando la nieve, un camino de sangre formándose y desapareciendo después de bajar la montaña.

- ¿Se arrastró hasta aquí? - mire el lugar donde había sólo gotitas de sangre - ¿Y a donde se fue?.

- Quiero saber lo mismo - URSS junto sus manos otra vez para gritar - ¡¿BIEL?!, maldita sea niña, ¡¿BIEL?!.

- ¿Que le dijiste? - le reclame - Estaba frustrada y triste por algo que le dijiste, ¿que pasó?.

- ¿Podemos no hablar de eso ahora? - gruño harto - Bielorrusia está desaparecida y herida, no sabemos dónde está y no sabemos si alguien se la llevo.

- ¿Le dijiste que no la querías?  - bufé, soltando humo blanco del frío.

- No le dije eso - se pasó la mano por el cabello - Le dije la verdad, que no estaba planeado cuidarlos.

- Le dijiste que fuimos una carga para ti... ¿por que hiciste eso?.

- Para que desarrolle carácter - se sacudió para quitarse la nieve de los hombros.

- Ella ya tiene carácter, lo que necesita es un padre que la quiera - lo empuje molesto.

- Suficiente, hablemos de esto después, vamos a buscarla - me interrumpió, yendo al coche.

Suspire, soltando mucho humo blanco mientras controlaba mi ira que crecía como un fuego forestal.
Si que encontraba la forma de hacerme enojar.

- Bielorrusia -

- ¿A donde vamos? - pregunte bajando la ventana para respirar el aire fresco y frío.