FBI

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Inhale sintiendo mi pecho quebrarse con cada respiración.
Hijos de puta, los matare en cuanto tenga mis manos alrededor de sus cuellos.

- Mira al experimento de laboratorio - Los soldados rusos me apuntaban , burlándose de mi.

Estaba colgando con las cadenas de los brazos en una carnicería, olía a sangre, cerdo podrido, no lo soportaba.

Solo me hacía.... Enojar mas....

- ¿Qué pasa Soldado? - uno de los chicos se acercó - Estas muy acostumbrado a tu vida perfecta en los estados, ¿cierto?.

- Creo que no le diría vida perfecta a see un esclavo de Estados Unidos - Otro habló acercándose lentamente.

Abrí los ojos, aunque me costaba trabajo por la sangre que se había secado encima.

- Muy fuerte, pero muy tieso - el soldado me picó el abdomen con el dedo - No sabes moverte en la nieve.

- En Texas... no hay nieve - susurre - ¿Sabes que si hay?.

El soldado se acercó con una sonrisa orgullosa, sin saber lo que venía.

- Cobras - susurre acercándome.

De un cabezazo directo en la frente, lo tumbe.
Su cuerpo cayó en seco, sangre saliendo de su nariz y boca, como si le hubiera dado un balazo.

El soldado que se estaba acercando corrió hacia su compañero, checando sus signos vitales sin poder creer lo que había hecho

- LO MATO - gritó asustado - LO MATO ESTA MUERTO, LO MATO CON UN CABEZAZO.

- Y siguen ustedes.

Me safe Del gancho saltando hacia arriba y cayendo de pie. Con la cadena ahorque al que estaba más cerca, rompiéndole el cuello con todas mis fuerzas.

Los otros dos soldados apuntaron sus armas temerosos, podía oler la adrenalina corriendo por sus venas y el sudor en sus pechos de los nervios.

- Denme la computadora - Les pedí amablemente.

- NO - me gritó el más valiente.

- Bien... no me gusta pedir las cosas por las malas - mire al suelo decepcionado de su decisión.

Quebré las cadenas, utilizando el final de una como un látigo.
Le di un zarpazo en la cara a uno, sacándole un ojo, luego patee al otro en las costillas, quebrándole tres y me sorprendería si no todas.

Así derribas a cuatro soldados sin experiencia.
A veces los grupos terroristas son muy tontos, creyendo que Estados Unidos me daría la vida fácil.

Ser un soldado de él es vivir en un infierno constante.

Me acerqué a la computadora, no era parte de la misión, solo fue un obstáculo.
Tenía que ir de regreso a Inglaterra después de robar unos archivos comunistas y quemarlos.

Los archivos ya estaban hechos cenizas, pero no sabía que había en la compu.
La prendí, viendo archivos ocultos.

Archivos... grotescos.
Casi me vomito con lo que vi ahí dentro. Si no fuera por que tengo un estómago de hierro, me hubiera tirado al suelo bañado en vomito.

Confisque la computadora, llevándomela, No sin antes darle un buen funeral a la carnicería, quemándola hasta que el techo se cayó encima de esos soldados.

- FBI FBI FBI ES MI CUMPLEAÑOS - Fin me gritó emocionada, sacudiendo mi sueño - DESPIERTA FBI FBI FBI DESPIERTA.

- Ya... ya - le susurre cansado - Im awake estoy despierto.

- ES MI CUMPLEAÑOS - dió saltitos.

- Felicidades princesa - apenas logre hablar por el cansancio.

- Ire a despertar a Dina e Isla - salió corriendo del cuarto.

- Take your time - grite, hundiendo mi cara en la almohada.

Llevaba meses en esta casa de campo, jugando a las muñecas, laborando como perro, aunque a veces se sentía como vacaciones.

¿Por que sigo aquí?, podría estar ahorita matando gente, seguro los crímenes subieron en mi ausencia.

- Despierta flojo - la melodiosa voz de la única razón por la que sigo aquí me hablo - Ya prepare el desayuno, come antes de que las damas se lo coman primero, se que tienes un gran apetito.

~Noruega~ oh Noruega~~
Mire hacia arriba, viendo sus preciosos ojos turquesas adornados con sus hermosas pestañas y el ceño fruncido, brazos a los costados y el cabello ondulado hasta la barbilla, era toda una experiencia verlo.

- Good morning pretty boy - me levante lentamente.

- Al parecer amaneciste de buenas - me hizo una pequeña sonrisa que casi hace que se me salte el corazón - Ven, el desayuno se va a enfriar.

- Yes pretty boy - susurre siguiéndolo como su perro faldero.

Era su perro faldero, o como la chaviza los llama ahora, "simp".

Sin pena admito que me tiene enredado en su dedo, podría manipularme como él quisiera,
pero no lo hace.
Y me pregunto por que.

Cualquiera en su lugar armaría toda una revolución, haría que me marchara las manos matando a la gente, después de todo para eso estoy entrenado.

¿Pero que me hacía hacer?

- Oye FBI - me llamo - ¿puedes checar si los hot cakes están suficientemente esponjosos?, a Fin le encantan asi.

Que absurdo, pedirle eso a un soldado, pero accedía por que tenía hambre y por que el me decía.

- Entonces, ¿cual es el regalo tan especial que le darás a tu hermana? - me metí unos hot cakes a la boca que me supieron a gloria, él sabía como hacerlos deliciosamente.

- Bueno... la voy a llevar a la feria con su tío favorito - me apunto con la espátula.

- Oh entonces vamos a ir a la feria - me apoye en la estufa - Eso suena interesante.

- FBI - Noruega miró mi mano.

Si... mi mano estaba ardiendo por que la coloqué en la estufa hirviendo.

- Tranquilo - sonreí - Me han pasado cosas peores.

- ¿Eres masoquista? - levantó las cejas.

- Solo si a ti te prende, por que en realidad no he leído nada de eso en tus blogs ni en tu diario y estoy empezando a pensar que quizás nada te prende y eres asexual.

- Jaja... solo... eso me lo guardo para mi - me sonrió nervioso.

- Yo me adapto a lo que tú quieras.

Fin salió corriendo con un vestido largo, sonriendo y saltando, comiendo los hot cakes como si en su vida hubiera comido.

Me recordaba a los soldados de mi campo que los mataban de hambre, que recuerdos.

- Bueno Fin... vamos a la feria cuando termines.

- ¿Con FBI? - pregunto levantando las cejas.

- Si - asentí.

- SIIII - se emocionó - EL GANARA TODOS LOS JUEGOS DE TIRO QUE TÚ NO PUEDES NORU.

- Te ganaré todos los peluches que quieras, pero primero come jovencita - le revolví el cabello.

El sueño que tuve fue de un recuerdo, todavía tenía el sabor amargo en la garganta de lo que vi en esa computadora, pero se me olvidaría, siempre pasa.

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