Nueva España

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Me subí hasta lo más alto de un árbol, viendo a los guardias que intentaban alcanzarme sin lograrlo.

- Nueva España - España me gritó - Baja de ahí.

- NO - grite de regreso - Me van a disparar como a mamá.

- No te van a disparar - España se volteo con sus guardias - Bajen eso ¿que no ven que se asusta?.

- NO ESTOY ASUSTADO - grite enojado.

- Ya ya... tranquilo vamos a hablar.

- Que se vayan los guardias - le ordene.

- Okay... - se volteó con ellos señalándoles que se retirarán, a lo que ellos se dieron la media vuelta y se fueron - Listo... ya solo tú y yo...¿ féliz?.

Me baje lentamente, cayendo de pie el último metro, levantándome enfrente de España.

- ¿Que fue eso? - levantó los brazos confundido.

- España tienes que escucharme.

- PADRE - me corrigió enojado - Soy tu padre y de esa forma te referirás a mi.

- Bien... Padre - susurre derrotado - Ese hombre no está bien de la cabeza.

- ¿Vaticano? El burro hablando de orejas - levantó mis cuchillos - Intentaste apuñalarlo y apuñalarme.

- Entre en pánico - tartamudee.

- Explícame que diablos o te mandaré a un convento en el Vaticano - me amenazo.

- NO NO NO - me acerqué - Ese hombre está enfermo, me espía, me sigue, no para de molestarme.

- Le pedí que te cuidara y eso está haciendo, no exageres - se cubrió la frente masajeándose.

- PAPÁ - le reclame harto de que nadie se diera cuenta - YO SE QUE ES CUIDAR Y ESO QUE HACE ÉL NO ES CUIDAR.

- ¿Que hace? - levantó una ceja.

Me le quede viendo, pensando en varias cosas, pero todo era muy mundano.

- Me observa - susurre.

- Pues si hijo... tiene que verte para cuidarte.

- ¡ME TOCA LA CARA! - troné los dedos como si hubiera hecho el descubrimiento del siglo.

- Hijo yo igual - me tomo la barbilla con ambos dedos.

- Si pero... pero - mire su mano cerrando los ojos.

- Yo le digo que no lo haga - me sacudió la cara con la mano - Pero no puedes reaccionar así por una insignificancia.

- También me molesta - me cruce de brazos - Se sienta en mi lugar de la banca a lado de la Virgen y no se quita cuando se lo digo.

Soltó un resoplido cubriéndose la cara, me apretó las mejillas juguetón y me soltó.

- Solo está bromeando - España puso las manos en su cadera.

Me acerqué a él, abrazándolo sin aviso previo.

- Wow - tartamudeo viéndome - Esto es nuevo.

- No me dejes solo con él - le clave las uñas en su espalda.

- Okay okay tranquilo - me dio palmadas en la espalda - Prometo ya no hacerlo... SOLO SUÉLTAME QUE DUELE.

Lo solté dando dos pasos atrás mientras se sobaba

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