Australia {2}

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- Okay tengo muchas preguntas.

Estuvimos caminando por horas en este hermoso lugar. El silencio podía cortarte como una navaja, por suerte era fan de romper el hielo y crear una conversación agradable.

- ¿Que hacías en un tren?, ¿Por que traes ese traje puesto?, ¿Eres algún tipo de espía secreto?, ¿no estabas con Suecia, qué pasó con Suecia?, ¿Por que habían Nazis en un tren? - pregunte mientras ponía a los koalas en una bolsa y los colgaba en mi espalda.

Me giré a verlo y sentí su enorme mano cubriendo toda mi boca y nariz. Del shock me detuve, viéndolo extrañado

- Silenció, no me dejas concentrarme - me susurro.

- ¿Por que quieres concentrarte? - balbuce inclinando mi cabeza - ¿Que piensas?.

- Hablas.... Demasiado - levantó ambas cejas.

- Claro, es mi manera de no hacer un silencio probablemente incómodo, pero de todos modos deberías de responder mis preguntas, te ves muy culpable en estos momentos.

- ¿Culpable de que exactamente? - me gruño ya enojado.

- Retiró lo dicho - me aleje con las manos en alto.

- Eres idéntico a tu padre - se giró siguiendo con su caminata - Siempre exigiendo respuestas.

Nos detuvimos en una gasolinera, convenientemente en medio de la nada.

- ¿Eres un espía nazi? - pregunte viendo su teléfono.

- No - gruño - Diablos pensé que tendría señal aquí.

- Tendríamos que irnos un poco más al centro, estamos a las afueras aquí no dan los satélites - busque comida para el camino y para los koalas, pero no venden eucalipto en las gasolineras - Necesito encontrar comida antes de que mueran de hambre.

Me voltee hacia donde estaba Alemania hace unos momentos, pero ya no estaba.

- BÁJATE DEL MALDITO AUTO - escuche su grito afuera.

Me asome, viendo cómo amenazaba a punta de cañon a un civil con su máscara puesta.

- ¿¡QUE HACES?! - le grite acercándome corriendo.

- Buscando una manera rápida de ir al centro por que una persona echó a perder todo mi plan - le puso la pistola en la cabeza al hombre - BÁJATE YA.

El civil se bajo tembloroso, implorando no ser asesinado por que tenía una familia.
Ale jamás sería capaz de matar a sangre fría a una persona. Solo lo dejo ahí y nos fuimos.

El camino fue frío e incomodo, algo que quería evitar desde el principio.
Llegue a muchas teorías, pero sólo estaba esperando a que él me dijera que estaba pasando.

Tome a los koalas colocándolos en mis piernas, tomando al bebe y dándole agua con la tapita de la botella y así con todos individualmente.
Quizás no les llene la pancita pero prefiero no dejarlos sedientos.

- Estaba en una misión para detener y checar cuál era su plan - habló finalmente - Ni siquiera me dio tiempo para checar los papeles o el tablero... maldita sea.

- Perdón - susurre, me sentía muy culpable por arruinar todo.

- No te preocupes, y si, en parte soy un espía - respondió otra de mis preguntas - Y Suecia está bien, está en mi casa, sana y salva.

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