Interpol (3)

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Un tiempo atrás...

- ¿Chicos alguien ha visto a Inter? - Ártico pregunto, llevaba dos horas buscándome y nada más no me encontraba.

- ¿Siguen jugando a las escondidas? - Atlántico se giró sorprendido.

- Pues si - Ártico suspiro - De verdad que es bueno para eso.

Ya había pasado veinte veces por debajo mío. Me escondí en un hueco arriba de la puerta, básicamente estaba pegado al techo como una araña, sólo viendo entrar y salir de la habitación sin percatarse de mi presencia.

- Es letal ese hombre - Ártico se salió del cuarto nuevamente a buscarme.

Atlántico ya se había dado cuenta hace una hora, sólo tuvo que voltear arriba para verme.

- ¿Pacífico me ayudas a buscar a Inter?.

- No hay manera, da miedo cuando juega a las escondidas - Pacífico le gritó desde su cuarto.

Si soy un poco competitivo
Bueno... soy muy competitivo cuando se trata de juegos de escondite.
La única persona que logra encontrarme es Antártico, no se como le hace, quizás me olfatea como sabueso o algo parecido.

La puerta de la casa se abrió, indicando que Antártico ya había llegado.

- ¡AY QUE BUENO QUE LLEGAS! - Ártico le gritó emocionado - Ayúdame a encontrar a Interpol, me prometo comprarme un chocolate si lo hacía.

- Okay... - Ant vociferó, caminando lentamente a la sala donde estaba escondido.

Se quedó debajo del marco de la puerta, inhalando profundamente y exhalando.
Al instante miro arriba, topándose con mi carita preciosa

- ¡SORPRESA! - grite, soltándome y cayendo encima de Ant, que me atrapo con un gruñido.

- Idiota - frunció el ceño.

- ¿¡YA LO ENCONTRASTE?! - nos miró decepcionado - No lo puedo creer, ya no tendré mi chocolate.

- Yo te lo compro - Antártico me soltó, aunque yo todavía no lo dejaba ir, colgándome de su espalda para molestarlo - ¡ARGH!, ¡Interpol bájate!.

- ¡Hombre Araña, Hombre araña! - cante mientras me aferraba con las uñas a su chamarra - ¡Con sus poderes de telaraña!.

- Venga venga arañita - Atlántico sonrió - Qué Antártico ya tiene cara de que traerá un zapato para matarte.

Me baje de su espalda, girándome a Atlántico con las manos en alto, listo para taclearlo

- No por favor - se echo hacia atrás listo para esquivarme con ojitos de perro asustado.

- Oigan bestias - Índico bajo las escaleras - ¿Pueden dejar de hacer ruidos?, no me concentro en mi lectura.

- ¡HOMBRE ARAÑA AL RESCATE! - Tome a Índico por sorpresa, levantándola y colocándola en mi hombro, saltando de un lugar a otro como si estuviera saltando de edificio en edificio.

Índico grito, riéndose nerviosa mientras saltaba las escaleras hacia la cocina haciendo parkour.

- Solo ten cuidado - Antártico me miro dándole vueltas a la sala - No quiero que te tropieces.

- ¡CON MI SENTIDO ARÁCNIDO TÉ ATRAPARÉ DUENDE VERDE! - apunte a Antártico.

- Prefiero a Venom - me respondió.

- Bueno Okay Venom.

Pacifico bajo, desgreñada, con una blusa que le quedaba enorme y unos pantalones míos, viendo la escena sin sorprenderse

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