(UA) Rusia 2

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- No has tocado tu ensalada, Rusia - Putin me miro al otro lado de la mesa.

No, no tenía ganas de comer, había fracasado la misión por un idiota, ¿como podía recuperarme de eso?.

- Ponme otra misión - gruñí.

- No, no te pondré otra - Putin me negó con la cabeza.

- Dime que mate al desgraciado que me arruinó mi misión y lo haré - resoplé.

- No vas a matar a nadie - Me ordeno - Por que si matas a alguien yo seré el primero en mandarte a la cárcel.

Me desparrame en mi silla, sintiendo mi pecho arder de coraje.

- Voy a ballet - me levante para no romper la mesa a puñetazos.

- Eh - me hizo detenerme, apuntando su mejilla,

Me acerqué lentamente, dándole un beso y alejándome a paso largo.

"1,2,3,4,5" la maestra contaba una y otra vez mientras hacíamos la coreografía.
Al final nos pidió que descansáramos e hiciéramos prácticas libres.

Me puse en la barra, subiendo mi pie lo más que podía arriba de mi cabeza.

- ¡Oye Bela! - Kat me gritó - Te están buscando.

- Ahorita voy - baje la pierna suavemente, mirando en la ventana hacia el pasillo.

Ahí estaba parado Ale, viéndome con una sonrisa.
Me saludo con la mano dando golpes en la ventana.

- ¿Es tu novio, Bela? - una de las chicas lo miro atónita.

- No - susurre, quitándome las puntas para ir a verlo.

Me puse en el marco de la puerta, donde estaba él apoyado, traía un saco cafe y una bufanda negra.

- Hola Cisnesita - sonrió.

- No deberías de estar aquí - susurre.

- ¿No puedo ver a mi mejor amiga hacer ballet? - levantó una ceja.

- Mmmh... es que todavía me quedan las horas de entrenamiento intensivo - me acomode el cabello.

- Eres una espía no necesitas eso.

- Y tú eres un asesino y aún así juegas rugby y montas caballo - le reclame.

Cruzó los brazos levantándome una ceja indignado.

- Solo digo - me encogí de hombros.

Saco unos boletos de su bolsillo, mostrándolos con orgullo

- Hoy hay ópera, la cantante es Colombia y van a ir varios representantes... ¿quieres venir conmigo? - sonrió.

- Es mi teatro claro que voy a ir contigo - tome el boleto.

- Bien, ¿te veo a las 8? .

- Ahi estaré - asentí, viéndolo irse con las manos dentro del saco.

La práctica normal había acabado, solo quedaba la mía que era yo sola en un cuarto mientras sometía mi cuerpo al límite.
Tal y como lo hacía URSS.
Solo que sin los hielos, ni la bañera gigante.

Pero quería sentir eso, quería sentir el frío que quema la piel y te deja paralizada.

Me mire en el espejo suspirando, tenía sudor en la frente y todavía no había hecho más esfuerzo.
Inútil, yo era inútil.

- Hola Bombon - escuché una voz en mi oreja.

Sentí dos manos aferrarse a mi cintura, lanzándome al suelo.
Voltee arriba viendo un pie caer en mi rostro, pateándome la mandíbula y luego pisando mi pecho.

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