Suecia/ URSS / Alemania

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8 meses habían pasado...

Sinceramente ya no sabía si mis esfuerzos eran en vano.
Me acordaba de todo el proceso para revivir representantes, pero sentía que algo me faltaba.

Todos los días iba a checar a Estados Unidos, esperando que quizás algún día abriera los ojos, pero no sucedía.

ONU venía a visitarme de vez en cuando, llevándome sopa de pollo, tés o algo de comer. México venia a limpiar el lugar mientras Azteca checaba que la tierra madre siguiera fértil.
Noruega venía a hacerme compañía y jugar cartas conmigo, mientras FBI checaba la base de datos de la cápsula para ver si había algún error en la programación.

Pero no había nada, todo estaba como debería de estar, pero él no revivía.

- Ya me voy - México guardo sus cosas - Todavía tengo que buscar donde chingados voy a vivir por que explotaron mi casa.

- Si... está bien - asentí viendo la cápsula.

- Oye niña - Méx me tomo del hombro - Tranquila.

- No puedo... ¿por que no despierta? - junte las cejas confundida.

- Quizás la sobredosis es peor que un balazo en la frente - se encogió de hombros - Yo que se.

- Siento... siento que es mi culpa - trague saliva.

- No lo es, confía en mi - Me abrazo - Ya regresará, estoy seguro.

- No te sientes... ¿mal? - susurre.

- Un poco... - asintió - Pero no había mucho que pudiera hacer para detenerlo, él se envenenó solo.

- Si... lo se - me soltó lentamente, yendo a la puerta.

- Llámame cualquier cosa - me gritó antes de irse.

- Okay, yo te llamo - le grite de regreso.

Fui a la cápsula, checando la tierra y echándole más agua.
Me sentía cansada, más que de costumbre, creo que desvelarme no fue la mejor idea.

Me acosté en una cama militar que me prestó FBI, tomándome un té de manzanilla para los nervios y durmiéndome profundamente.
Mañana se cumplen nueve meses de que él no está aquí.

- URSS -

Llegue caminando a mi castillo, la nieve me impedía mucho El Paso pero me daba gusto estar de vuelta.

Abrí la puerta, viendo todas las velas apagadas; quizás los niños estén dormidos.

Entre a la sala, deteniéndome en seco al ver a Biel sentada viéndome, muy, muy enojada.

- Hola... Biel... - me rasque el cuello - No te esperaba aquí.

- Eres un irresponsable de mierda - me gruño.

- Cuidado como me hablas.

- ¡NO, CUIDADO COMO TÚ ME HABLAS! - me reclamó - TE PEDÍ UN FAVOR Y NO ERES BUENO NI PARA HACERLO.

- Tuve que salir por una emergencia.

- Pudiste avisarme y hubiera venido, yo estaba muy tranquila pensando que los niños estaban bien y resulta que estaban comiendo sobras de restaurantes - me regaño - ¿Sabes la cara que tuve que poner cuando llegue aquí y tenía a tres inspectores buscando al dueño de la casa por que había reportes de niños viviendo aquí sin supervisión de un adulto?.

Me quede en silencio, creo que sería más fácil que se desahogara que intentar justificarme.

- El orfanato confió en mi - se apuntó a si misma - Y yo confié en ti.

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